martes, 19 de noviembre de 2013

La batalla de Argel (La battaglia di Algeri, 1965) de Gillo Pontecorvo




"El terrorismo es una guerra de los pobres contra los ricos. La guerra es un terrorismo de los ricos contra los pobres".

(Peter Ustinov) 


La película narra, desde el origen hasta el fin, el enfrentamiento entre el Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia y las autoridades coloniales francesas. Pese a no ser un relato personalista, existe un protagonista de la historia, Ali La Pointe (Brahim Haggiag), uno de los principales activistas de la Casbah de Argel.


El film nos sitúa en los orígenes del conflicto mediante la historia de Ali La Pointe. Este joven termina en la cárcel por un delito menor, y allí observa como sus compatriotas son ejecutados mediante el uso de la guillotina por motivos políticos. Este hecho despierta en Ali un sentimiento de ira que acaba por llevarle a formar parte de la Casbah.

A partir de aquí, el conflicto se describe de forma más impersonal. Pontecorvo nos muestra un seguido de actos terroristas que empiezan por asesinatos a sangre fría de miembros de la seguridad francesa y terminan con explosivos en lugares públicos. En el tramo final del filme, tras la muerte de los líderes de la Casbah -resultado de los métodos salvajes pero eficaces del mayor dirigente francés en Argel (Jean Martin)- se muestra el inicio del movimiento nacional que llevaría a la liberación de los pueblos ocupados y a la creación del Estado de Argelia.


Estamos ante una película tremendamente lograda. En blanco y negro, con una trabajada fotografía y numerosos primeros planos -también abundan los planos aéreos-, Pontecorvo dirige como si de un documental se tratara. Y esa es exactamente la sensación del espectador, pues el realismo que desprende el film recuerda a los trabajos Neorrealistas de De Sica o Rossellini. 

Pese a lo salvaje e inhumano de la historia, el director Italiano evita mostrar la violencia de forma explícita -hecho que es de agradecer-, y se limita a insinuar elegantemente -cinematográficamente hablando- el dolor y el sufrimiento que comportan los diferentes actos terroristas por ambos lados y las torturas que sufren los Argelinos sospechosos de pertenecer a la Casbah.

Otro hecho que nos gustaría destacar es la notable imparcialidad que desprende el trabajo de Pontecorvo. La película se muestra desde la distancia, y en ningún momento parece un panfleto ideológico -esto es de gran mérito pues la película fue un encargo del Estado Argelino y la ideología Comunista del director Italiano es por todos conocida-. Debemos, por lo tanto, destacar el hecho de que se nos presente la historia con la mayor imparcialidad posible para que cada uno pueda extraer sus propias conclusiones. 


En conclusión, estamos ante un excelente trabajo artístico que no solo supone el mayor éxito de la carrera de su director, sino también uno de los films más notables jamás realizados sobre el terrorismo y el colonialismo.

Especialmente recomendable para aquellos cinéfilos interesados en la historia y la política. 





2 comentarios:

  1. Muy curradas las entradas de cine en el blog. Mis felicitaciones al encargado de las mismas: se nota que controla la temática.

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  2. Muy amable :) Uno siempre va aprendiendo, lo más importante es la pasión y pasarlo bien.

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