Es probable que la
generación más prolífica de escritores del siglo XX fuera aquella denominada
“Lost Generation”. Autores como Fitzgerald o Hemingway fueron los estandartes de
unos escritores que vivieron la Primera Guerra Mundial y durante los años 20 se
afincaron en ciudades europeas como Paris y se codearon entre sus círculos
intelectuales.
Otra generación exitosa, al
menos en España, fue la denominada Generación del 27, cuyo nombre proviene del
homenaje que se realizó a Luis de Góngora por el tricentenario de su muerte en
1927. Formaban parte de este grupo autores como Alberti, García Lorca o Cernuda.
La mayoría de autores que he
mencionado son muy conocidos y sus libros se siguen reeditando hoy en día.
Pero a parte de estos grupos
de intelectuales, entre los años 40 y 50 tuvo lugar otra generación, una
generación que no aparece en los libros de texto pero que, con seguridad, ha tenido más influencia sobre la cultura popular que cualquier otra congregación
de escritores, ésa fue la “Beat Generation”.
La cara más visible de este
grupo era Jack kerouac, con su polémica y, en mi opinión, portentosa obra “On
the road”. Además, “Howl” de Allen Ginsberg y “Naked Lunch” de William Burroughs, formarían ese trío de libros que revolucionaron la época.
Los beatniks (así fueron
apodados), escribían mayormente sobre su propia vida, es decir sus libros eran
autobiográficos. La liberalización sexual, el uso de las drogas y la vida
errante eran el leitmotiv de su obra.
“Howl” fue llevado a juicio por creer que no tenía ningún tipo de
calidad literaria y eran solo obscenidades. El juicio se produjo cuando nadie
conocía a ninguno de estos “locos” y eso solo hizo que aumentara su
popularidad. Finalmente, el juez permitió la edición de
“Howl” y así allanó el camino para que sus compañeros pudieran ver su obra publicada.
«He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura» Allen Ginsberg.
Kerouac tenía una peculiar
forma de escribir, prácticamente inventó lo que se conoce como “prosa
espontánea”. Esta técnica (si se le puede llamar así), consiste en dejar que
las ideas fluyan de la cabeza al folio, casi sin ningún tipo de filtro.
Escribió “On the road” en un gran rollo de papel, en sólo tres semanas y encerrado
en su casa de New York. Inspirado por la música jazz y el bop, la forma de escribir
de Kerouac trastocó el mundo literario.
«La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas» Jack Kerouac.
Así es uno de los fragmentos más populares de “On the road”. Su personaje más emblemático fue Dean Moriarty (pseudónimo de Neal Cassady), él encaja perfectamente en esta descripción y es el héroe de este libro y de muchos otros. Adolescente problemático, Neal fue capaz de sobrevivir con un padre alcohólico con el que iba de motel en motel sin rumbo fijo. En Columbia conoció a Allen y a Jack e inmediatamente después se lanzaron a la carretera en busca de aventuras por los Estados Unidos y México. Neal fue el icono perfecto de lo que representaba ser un beatnik: actitud alocada, borracheras sin fin y una mentalidad abierta sexualmente hablando. Influenció a sus amigos escritores e incluso escribió un libro sobre sus vivencias que se editó póstumamente. Murió durante uno de sus viajes a México en 1968, la causa de su muerte todavía es incierta, pero se cree que podría haber sido por una sobredosis de un barbitúrico.
Una lectura rápida de muchas
de las obras de la Generación beatnik podría malinterpretarse como unos libros
con escasa calidad literaria y sólo basados en el hedonismo. Nada más lejos de
la realidad, sus creaciones suponían una crítica a una sociedad acomodada que
salía de la segunda guerra mundial y parecía aletargada. Los beats sacaron a la sociedad estadounidense de ese sueño
con su denuncia social y la destrucción de convencionalismos como las
relaciones interraciales o la aceptación del budismo como religión.
La influencia que ejercieron
sobre las generaciones siguientes fue (y de hecho lo sigue siendo)
incalculable, no solo sobre escritores sino sobre todo tipo de artistas.
Músicos como Bob Dylan (gran amigo de Ginsberg), Jim Morrison o Patti Smith recibieron
una fuerte influencia en su música. Además, entre la gente joven fue donde calo
más hondo, “On the road” se convirtió en una obra de culto y miles jóvenes adoptaron
su cultura. Pero donde más importancia tuvo la “beat generation” fue en los movimientos
sociales de los 60. Su filosofía ayudó a impulsar movimientos como el de los
homosexuales o la cultura hippie.
A día de hoy, se ha escrito
mucho sobre esta fructífera generación, biografías, ensayos y hasta películas
hacen que su recuerdo siga vivo.
La editorial Anagrama ha publicado
casi todos los libros pertenecientes a este grupo de artistas.
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