Esta entrada llevaba mucho tiempo en borradores. Desde que comencé a escribir en el blog sabía que tenía que hacer una entrada sobre esta maravillosa construcción. Pero preferí esperar a después de las vacaciones pues en Semana Santa hice un viaje a París y pude conseguir más información y hacer fotos. (hay algunas en la entrada).
Por eso, ahora os invito a
conocer más sobre este edificio. La Sainte Chapelle es conocida como la joya
del gótico rayonnant o radiante, el cual se desarrolló en Francia durante el
reinado de Luis IX (1226-1270) Las vidrieras y la luz son importantes en toda
la arquitectura gótica pero en este estilo especialmente. La luz es el centro
de todo como podemos observar claramente en nuestro edificio de hoy, liberando
a las paredes de los muros para sustituirlos por grandes y coloridas vidrieras.
Los edificios suelen ganar en altura y verticalidad. La luz no solo hace que
los dibujos y los colores de las vidrieras sean visibles, si no que tiene una
importante carga simbólica y religiosa. La luz es sinónimo de Dios, el que lo
ilumina todo, el que nos enseña cómo debemos comportarnos, alejándonos de la
oscuridad.
La Sainte Chapelle se encuentra en el seno de la Isla de la Cité, en París. El palacio con el mismo nombre fue residencia y sede de poder de los reyes de Francia desde el siglo X hasta el siglo XIV. Alberga la Conciergerie y la Sainte Chapelle, las únicas partes que pueden verse todavía del palacio más antiguo de los reyes de Francia, que son recogidas en el actual Palacio de Justicia de la ciudad francesa. Luis IX lo hace edificar entre 1242 y 1248 para conservar las reliquias de la Pasión de Cristo. La más conocida de ellas es la Corona de Espinas, adquirida en 1239. Estas Reliquias habían pertenecido a los emperadores de Constantinopla desde el siglo IV. Al comprarlas, se incremente el prestigio de París, que se convierte a los ojos de Europa en la Nueva Jerusalén, y por tanto segunda capital de la cristiandad. Durante la Revolución Francesa, la Sainte Chapelle, simbolo del derecho divino de los reyes, sufre numerosos deterioros. Sin embargo, las vidrieras se mantienen y en 1846 comienza una gran campaña de restauración a la que debe el edificio su aspecto actual.
Aunque la Sainte Chapelle posee dos capillas, una inferior y otra superior, solo me voy a ocupar de la segunda. Como un verdadero relicario monumental está suntuosamente decorada. Las esculturas y las vidrieras se complementan para glorificar la Pasión de Cristo y dar la impresión de acceder a la Jerusalén celeste, bañada de luz y color. Las 1113 escenas de las 15 vidrieras cuentan la historia de la humanidad, desde el Génesis a la resurrección de Cristo. Catorce de las vidrieras representan episodios bíblicos y se leen de izquierda a derecho de arriba a abajo.
También podemos encontrar la estatua de San Pedro, original, al igual que la de otros cinco apóstoles,. Los doce apóstoles fueron dispuestos simbólicamente en los arranques de las bóvedas, como 'pilares de la Iglesia'. El gran relicario que contenía las 22 reliquias de la Pasión de Cristo, se exponía en la tribuna pero fue fundido en la Revolución Francesa. Las reliquias que sobrevivieron se guardan en Notre-Dame.
Aunque ya había estado en la Sainte Chapelle, no recordaba con exactitud la maravilla que es este edificio. Es como transportarte a otro mundo, un mundo de cuento, como ya anuncia el titulo. A pesar de todo hubo vidrieras que no pude ver porque estaban en restauración. Algo que puede pasar más de lo que parece, porque el Arco del Triunfo estaba en iguales condiciones. Todo sea porque monumentos como estos se mantengan durante años y años. Mi amor por la arquitectura gótica y en especial por las vidrieras es infinito. y sin duda, ahora puedo afirmar este que es mi edificio favorito.
Superbe!
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