lunes, 2 de junio de 2014

La Música Clásica: Introducción y Reflexión



“La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y que no puede 
permanecer en el silencio”
                                       - Victor Hugo

Bienvenidos, soy Namenlos y a partir de ahora formaré parte del equipo de Vox Ultra ocupándome principalmente de la sección de música clásica, aunque de vez en cuando también realizaré alguna aportación sobre literatura.

Mi misión, por así decirlo, es ayudar a comprender la música (principalmente la Europea) desde sus primeros cantos gregorianos hasta la actualidad y sacar el polvo a antiguos compositores olvidados para dar a conocer su obra. Durante las próximas semanas os presentaré un ciclo de entradas que resumen las diferentes etapas de la historia musical para conocer mejor su evolución.


Para empezar diremos que la música, como todo arte, es un medio de expresión, y para ello se necesitan un cierto número de elementos físicos (interpretes, instrumentos, etc.).

Es muy importante saber cuáles son los 4 elementos esenciales de la música para poder apreciarla como es debido:

- Ritmo: Seguramente este fue el primer elemento en aparecer y es el que se encarga de organizar y dar una fuerza dinámica a la música.
- Melodía: Es la sucesión de notas que forman la parte cantable de una obra, notas no simultáneas, no como un acorde. En una partitura se muestra como el aspecto horizontal.
- Armonía: Es el estudio de los acordes (notas superpuestas) y sus relaciones mutuas. Se podría decir que en una partitura la armonía estudia su aspecto vertical (notas que suenan a la vez en cada tiempo).
- Timbre: A veces descrito como el color del sonido, es el matiz que lo caracteriza. Cada instrumento tiene un timbre único. ¿Alguna vez se han preguntado cómo se puede hacer tanta música con solo 7 notas? Es gracias al timbre.

Pero no la describiremos más, pueden buscar en Wikipedia el significado de música o leer a grandes críticos intentando diseccionarla en busca de su esencia.

Lo que tiene de especial el arte es que estar expuesto a él es una experiencia única, personal e irrepetible. Nadie va a decirte lo que sentirás al escuchar una sinfonía de Beethoven o al contemplar un cuadro de Van Gogh, ni siquiera sabes si volverás a sentir lo mismo cuando vuelvas a hacerlo.

El que quiera adentrarse de verdad en el mundo de la música debe olvidar los conciertos, la publicidad, videoclips, merchandising, los cd’s anuales y todo lo que representa la industria musical actual.


Alguna gente se atreve a decir que la música está muerta o simplemente en coma, pero pocos de estos saben realmente como explicarse.

Yo soy en parte de la opinión de este pequeño colectivo. Concretamente, la gran razón en la que me baso para afirmar tal cosa es que el artista actual, el músico, piensa en su trabajo como algo enfocado al público, y no debería ser así. 

El público ha de adaptarse al artista y no al revés. Ni siquiera la ausencia de público debería ser considerada negativamente por el artista. Él siente la música y la hace para sí mismo, no ha de ser bonita para oídos sordos, el artista crea su propio lenguaje. ¿Beethoven decidió cambiar el rumbo de su obra cuando nadie entendía su música y no asistían a sus conciertos? No, al contrario, porque él no hacia música para nadie sino para sí mismo. Finalmente la entregó al mundo y con el tiempo fue aceptada.


La creación musical de hoy en día parece estar reducida a 4 simples guiones. Todo el trabajo evolutivo del lenguaje musical ha derivado en un proceso de concebir una idea, crear un ideal, y trabajar sobre él para lograr transmitir de forma explícita lo que uno quiere, cosa que elimina su percepción personal.

Pero no todo está perdido, existe gran cantidad de músicos notables e incluso excelentes, en gran variedad de géneros, ya sea dentro de la electrónica, en el rock, la música tradicional, experimental, etc. 

Y el problema se observa justamente aquí, ya que los sitios que deberían ocupar estos artistas están ocupados por bufones regidos por una mediocridad abrumadora.

Para concluir, doy las gracias por su atención y recuerdo que esto es solo una reflexión propia. Espero que con mi aportación a Vox Ultra os adentréis poco a poco en el mundo de la música clásica. 

A continuación cito un fragmento del libro “Cómo escuchar la música” de Aaron Copland (libro que aprovecho para recomendar) que puede ayudar a comprender lo dicho.


""¿Quiere Decir algo la música?" Mi respuesta a eso será: "Si." y "¿Se puede expresar con palabras lo que dice la música?" Mi respuesta a eso será "No." En eso está la dificultad.
Las Almas cándidas no se satisfarán nunca con la respuesta a la segunda de estas preguntas. Necesitan siempre que la música quiera decir algo, y cuanto más concreto sea ese algo, más les gustará. Cuando más les recuerde la música un tren, una tempestad, un entierro o cualquier otro concepto familiar, más expresiva les parecerá. Esta idea vulgar de lo que quiere decir la música habrá que reprimirla cuando y dondequiera que se la encuentre."

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