martes, 20 de mayo de 2014

Música Romántica: Auge del expresionismo musical


El romanticismo en la música surgió a principios del siglo XIX, un poco más tarde que en los demás artes. Se considera que hoy en día aún hay músicos románticos. Al movimiento se le puede reivindicar como el redescubridor de la música del pasado. Algunos afirman que es el periodo en el cual hubo más músicos notables.

El músico romántico idealizado vive en un desgarramiento continuo y a menudo sólo puede transmitir un clima de angustia y de lucha. Éste rechaza las limitaciones de las convenciones clásicas, la originalidad y su instinto crean procedimientos de expresión personales en constante evolución. 

En este periodo se desarrolla el sentido de la musicalidad del lenguaje; los compositores buscan una expresión musical que realce el valor de la palabra y su sentido profundo.

Gracias a esto se alcanza la más alta expresión del Lied y la Melodía, formas poético-musicales de carácter nacional perfeccionadas a partir del canto acompañado, el primero marcado por las cualidades del arte alemán y la segunda por el genio francés. Tales formas fueron notablemente explotadas por Schubert, Schumann, Fauré y Dopare entre otros.


En el campo de la música instrumental la naturaleza se convierte en la gran inspiración, el mejor ejemplo de ello es la Sinfonía Pastoral de Beethoven.

Los instrumentos son perfeccionados hasta llegar prácticamente a su forma actual, aunque el que dominó en este tiempo fue el piano y la mayoría de compositores dominaban su técnica y lo utilizaban para componer sus obras. Poco a poco se produjo una creciente demanda de pianos para el hogar, lo que reclamaba nuevas composiciones cortas adecuadas para tocar en casa.

El número de sociedades sinfónicas aumenta considerablemente y estas empiezan a adquirir renombre. La figura del director de orquestra es cada vez más importante.


En los conjuntos de cámara, la forma más popular fue el trío para piano y los cuartetos, quintetos y otros conjuntos para cuerdas o con piano no fueron tan utilizados.


La Sinfonía es la personificación más clara de la imaginativa liberal de los compositores románticos, la forma musical capital. En este momento histórico trata de superar las barreras formales anteriores para volverse grandiosa.



Otro gran género orquestal que se realza es el concierto, lo que favorece al desarrollo del virtuosismo. Concretamente, el concierto más popular fue el de piano, aunque no se escribieron muchos. Lo mismo ocurre con el de violín, no se llegaron a componer muchos, y aún menos para otros instrumentos como el cello o para varios de ellos a su vez como el triple concierto para piano, violín y chelo de Beethoven.


Pero aparte de estos cambios en los géneros que ya llevaban décadas o incluso siglos de evolución, aparecieron el poema sinfónico y la obertura. El primero (creado por Franz Liszt) tiene su origen en la segunda. La intención de ambos es descriptiva, ya sea con un sentimiento o con un paisaje. Generalmente es de un solo movimiento y está escrito para orquesta, aunque no necesariamente ha de ser así.


Como ya se ha dicho, los compositores románticos se interesaron por la música del pasado, reviviendo la obra de J.S. Bach, entre otros, lo que animó a muchos músicos a interpretarla o incluso a utilizar sus formas, como hizo Brahms.

Las composiciones vocales religiosas fueron más bien pocas. El género más explotado del periodo fue la misa, y la cantata pasó a tener más un carácter profano.

El papa Pio X propuso el canto llano como “el más perfecto modelo de la música sacra” y se empezó una gran recuperación de toda la música antigua posible.


Incluso en la minoría, la música eclesiástica de este periodo recurrió a lo teatral, a lo grandioso. La misma sensibilidad literaria y artística de la música instrumental favoreció a la expansión del repertorio sagrado. Hubo músicos que querían utilizar los logros del lenguaje moderno para las obras sacras, pero había otros partidarios de las obras antiguas (Bach, Haendel, Palestrina).

En la próxima y ultima entrada sobre los periodos históricos hablaremos sobre la Ópera Romántica (por cuestiones de espacio) y de las Escuelas Nacionales que surgieron en Europa. Por ello, en la siguiente lista de compositores no se incluyen los operistas.

Compositores más importantes del periodo y su mayor obra

Niccolò Paganini (1782-1840): 24 Caprichos y Concierto para Violín No.1
Franz Schubert (1797-1828): Sinfonía No.8 "Inacabada"
Ludwig van Beethoven (1770-1827): Sinfonía No.9 "Coral"
Hector Berlioz (1803-1869): Sinfonía Fantástica & Gran Misa de los Muertos
Johann Strauss (1804-1849): Marcha Radetzky & otras danzas
Felix Mendelsshon (1809-1847): Sueño de una Noche de Verano
Frédéric Chopin (1810-1849): Nocturnos, Preludios y Sonata para Piano "Marcha Fúnebre"
Robert Schumann (1810-1856): Concierto para Piano en A menor
Franz Liszt (1811-1886): Sonata para Piano S.178 & Rapsodias Húngaras
Anton Bruckner (1824-1896): Sinfonía No.8 "Apocaliptica" & 9
Johannes Brahms (1833-1897): Sinfonía No.1 y Réquiem Alemán
Piotr Ilyich Chaikovski (1840-1893): Sinfonía No.6 "Patética", Concierto para Piano No.1 & Ballet El Lago de los Cisnes.
Gustav Mahler (1860-1911): Sinfonía No.5
Richard Strauss (1864-1949): "Así habló Zarathustra"

Fuentes Bibliográficas

Marie-Claire Beltrando-Patier. (1996). Historia de la Música, La música occidental desde la Edad Media hasta nuestros días. España: Espasa Calpe S.A.
John Burrows. (2006) Música Clásica. España: Espasa Calpe S.A.


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