• Hay que estar bien alerta con todo intento de enmarcar un conflicto como es en este caso el de género, especialmente si se trata de uno con apariencia progresista.
  • La trabajadora actual vive en un mundo globalizado, víctima de la precariedad laboral y solo pudiendo sentirse parte de un proceso económico, sin una identidad cultural a la que aferrarse.
  • El sexo, el género, binario o no binario, fluido... tras el auge de luchas como la feminista o por la libertad sexual, muchas han sido las realidades de este tipo que se han puesto sobre la mesa.
  • Es importante retener 2 concepciones de la naturaleza del ser humano, la social, que constituye la base de la educación, y la política, que contribuye a la extensión de susodicha educación; porque, son 2 elementos fundamentales en la construcción y salud del sistema democrático.
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15 octubre 2014

Utopía; cuando sí hay dos sin tres


En enero de 2013 vió la luz una miniserie creada por Dennis Kelly llamada Utopia. El producto de Channel 4 fue uno de los mayores aportes de frescura y dinamismo al mundo de la series ese año tan solo con los 6 episodios que forman la primera temporada. Un thriller conspiranóico británico oscuro en contraste con la fuerza de los vivos colores su filmación. Si cuando hablamos de Twin Peaks sosteníamos que una buena forma de describir un concepto nuevo es aunando otros anteriores, al hacer lo propio con Utopia sería algo así como una novelística versión de un capítulo de Black Mirror descafeinado por su extensión -que no por su argumento- con ciertas reminiscencias crudas de A Clockwork Orange.

La línea argumental nace de una novela gráfica, un conjunto de dibujos, obra de un científico maníaco depresivo cuyo trabajo fue impulsado por y dió pie a su vez a una misteriosa organización, The Network. Los distintos intereses por dicha novela son el común denominador de los personajes principales de la trama, quienes se confuabularán a favor y en contra de los planes previstos por 'La Red'. Sin duda, implica un paseo por el gris de la ética y la moral que llevan a plantearse ciertas cuestiones de la ciencia no tan ficción.

Los puntos fuertes de esta producción televisiva son apreciados por el grueso de sus espectadores, entre ellos una encomiable fotografía que nos obsequia con bellísimos planos paisajísticos y que, a pesar de decaer una vez entrada la segunda temporada, mantiene un nivel muy por encima de lo que se solía acostumbrar en televisión. Y digo solía, pues grandes trabajos como Twin Peaks, True Detective o Fargo colaboran en eliminar esa concepción dándole un trato cinematográfico a la filmación. 



Resulta característico el aumento de contraste en ciertos colores y el papel que juegan éstos en la evolución de la historia. Todo comienza con pequeños toques de amarillo en la bolsa de Arby y el pedazo de papel en el que leemos por vez primera Utopia. En lo largo y ancho de la primera temporada el amarillo mancha de forma recurrente la pantalla mientras que el azul invade, en segundo plano, el ambiente. Así se consigue que el espectador acabe asimilando el primero de los colores con la inquietud y desconcierto que le provocan las impactantes escenas en las que aparece así como relacionando los tonos azulados con el clima de misterio imperante.

Sin embargo, con el cambio de temporada también cambia la gama de colores, parte del azul se mezcla con el amarillo resultando un chartreuse que cubre la bolsa, esta vez, de Lee. Aunque el amarillo, lejos de desaparecer, queda en un principio patente en el extravagante traje (con corbata verde) del propio Lee.

La inquietud exasperante del inicio pierde protagonismo frente a la curiosidad y la necesidad de saber más ahora que ya creemos lograr entender lo que ocurre. El cambio también se debe, en parte, a que personajes como Arby, representados por el amarillo dejan de transmitir el rechazo monopolizado por dicho color, por lo que se requiere de un nuevo tono. Por otra parte, el azul de la atmósfera evoluciona en un morado, se intensifica a la par que van surgiendo enigmas nuevos y más complejos.


La segunda temporada está a punto de acabar, la energía de la trama se hace con el control de las emociones que transmiten los protagonistas y la fuerza del amarillo inicial invade prácticamente de forma completa el plano en el último tercio de la serie.

Wilson viste un inusual naranja en el parche de su ojo derecho que no es otra cosa que el reflejo de su naturaleza, las circunstancias lo transforman, acaba vistiendo de amarillo y rodeado de un rojo muy intenso introducido por Leah, la ayudante de Milner.

También roja es la sangre que protagonizan las explícitas escenas de violencia presentes en todo el hilo argumental y que incomoda a los más sensibles.


La banda sonora es otra de las grandes virtudes de esta miniserie, tan innovadora como fascinante, refleja multitud de influencias que el autor, Cristobal Tapia de Veer, hace completamente suyas. La música en sí es una consecución de percusión, loops y samples electrónicos y vocales encajados de forma perfectamente armónica con la intención de transmitir y acompañar sensaciones tan dispares como las que nos hace sentir Utopia.

Por si lo atractivo de la música que nos ofrece Cristobal fuese poco, ésta viene con anécdota incluída. Marc Munden, el director, hizo trasladarse al músico a Londres durante seis meses para la grabación de la BSO. Al hacerlo, Cristobal dejaba atrás su estudio de grabación así como el gran repertorio de instrumentos que suele utilizar para la creación de su música, por lo que Munden quiso encontrar el estudio e instrumentos adecuados para que Tapias pudiera hacer su trabajo con la mayor comodidad posible, sin embargo, no fue esto necesario. Cristo dejó muy claro que tan solo requería de su portátil, su micrófono y dos instrumentos más que extravagantes, un fémur humano y excrementos de rinoceronte que se trajo de Zimbawe. Así fue, en poco más de medio año grabando y procesando cientos de sonidos en su ordenador se logró finiquitar una de las bandas sonoras, así como la valiente propuesta de Cliff Martínez para The Knick -música electrónica para ambientar una serie que tiene lugar a principios del siglo XX-, más rompedoras de estos últimos años. Podría sorprender esa actitud en el música dado que su formación es muy clásica pero nos comenta que no se puede evolucionar sin probar cosas nuevas, que para hacer frente al reto que Utopia le suponía tenía que arriesgarse e innovar. Sabiendo lo comprometido que era eso daba las gracias en la dedicatoria del disco a Marc Munden "for his auhenticity, vision and cojones”.

Curiosamente, el propio músico adaptó su obra para un videojuego en 8 bits que desarrolló Channel 4, aquí os lo dejamos.


En cuanto a las interpretaciones, sobresale de forma clara la actuación de Neil Maskell en el papel de Arby, el brazo armado de la organización, asesino sin remordimientos y psicológicamente muy inestable. Mas, nada desdeñable el trabajo de James Fox y Stephen Rea, quienes, aunque con papeles secundarios, no pasan desapercibidos. Algo por delante de éstos se encuentra Fiona O'Shaughnessy con una impecable actuación como la desequilibrante y escalofriante Jessica Hyde.

Haciendo justícia con el espíritu de la música que acompaña la historia, en Utopia decidieron ser valientes y auténticos aunque eso les haya causado ciertos problemas. En relación a la serie han aparecido dos fuertes polémicas. Por una parte, en el tercer capítulo vemos escenas que contienen un tiroteo por parte de uno de los protagonistas en un colegio de primaria, dicho capítulo fue emitido un mes más tarde de la masacre de la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newton. Y por otra parte, en cierto momento se tratan diversas epidémias de gripe utilizando datos reales de las mismas, el uso conspiranoico de estas enfermedades junto a la vacuna que las evita ha sido tomado muy en serio por un grupo de personas en relación a la reciente polémica con el ébola. Por último, aunque no ha dado de sí en esta ocasión, la línea argumental incorpora, en el primer capítulo de la segunda temporada, asesinatos reales perpretados por el IRA. Estos elementos, al margen de la polémica, dotan a la serie de un realismo y verosimilitud que la hacen más interesante si cabe.


Habréis deducido ya a estas alturas que no hemos hecho referencia a una tercera temporada, pues así es, al acabar la primera con gran éxtio tardaron algo más de un año en retomar la serie y el 12 de agosto de este mismo año veíamos el final, abierto, de la segunda y última temporada. Dicho final daba pie a una tercera, sin duda, aún habían misterios por resolver y una nueva situación inquietante a la que enfrentarse pero no la habra. ¿Por qué? No es porque no tuviera audiencia suficiente, no es porque el presupuesto no diera más de sí, no es por muchísimas razones. Lo que identifico de forma bastante clara como el causante de la cancelación de Utopia es la voluntad de HBO de hacer un remake a la norteamericana, como están acostumbrados a hacer. Cierto es que la segunda temporada descuida en cierta medida la fotografía y el guión se vuelve algo predecible pero aun levantando el pie del acelerador el nivel es más que bueno, muy por encima de lo que puede ofrecer una serie inacabada.

David Fincher será el encargado de dirigirla en esta reformulada aventura junto a Gillian Flynn, actualmente podemos ver el trabajo de esta dupla en los cines con Gone Girl, esperemos ver un gran trabajo por parte de la todopoderosa HBO, capaz de falsar refranes tales como que no hay dos sin tres.


01 septiembre 2014

66ª Edición de los Premios Primetime Emmy


Aquí os dejamos, horas antes de que de comienzo la 66ª edición de los Emmy Awards 2014, nuestra particular quiniela:

Mejor Serie de Comedia: Orange Is the New Black (Netflix) 


En Vox Ultra apostamos por el fin de la era ABC con Modern Family como mejor comedia, una era que ha durado nada más y nada menos que cuatro años, desde 2010 esta serie ha sido galardonada con el Emmy en la susodicha categoría. No obstante, Orange Is The New Black, pronosticamos, irrumpirá llevándose la estatuilla y convirtiéndose así en la primera gran victoria para Netflix por su excelente trabajo.

Mejor Serie Dramática: Breaking Bad (AMC) 


La categoría a mejor drama este año trae cola, los candidatos son de un alto nivel, para haceros una idea, Downton Abbey y Mad Men son las apuestas más flojas de las cadenas de televisión. Aunque no nos guste la idea, el fenómeno Breaking Bad de AMC tiene todas las papeletas para salir con el galardón bajo el brazo. Su desenlace, además de desatar rumores de fans pagando millonadas por finales alternativos, ha cautivado a la crítica -en menor medida que al público. La sobrevalorada historia del profesor de química que cocina meta azul es un valor fijo si omitimos a True Detective, la más fuerte de las propuestas de HBO (más que Game of Thrones). La creación de Nic Pizzolatto ha revolucionado en tan solo 8 episodios el mundo de las series con un ambiente gótico sureño y un acabado cinematográfico. Pese que apostamos por Breaking Bad, True Detective es nuestra ganadora moral.

Mejor Serie de Variedades: The Colbert Report (Comedy Central) 


Esta es una categoría dura, somos muy de Bill Maher así como de Jimmy Fallon y sus guiños al Hip Hop. ¿Qué podemos decir Jimmy Kimmel Live! y la aparición de Kanye West, el tweef (beef en Twitter) y las impagables risas que nos produjo? En fin, creemos The Colbert Report tiene un mayor índice de probabilidad de ganar pero no es ni mucho menos nuestra favorita (#NoDisrespectToBenAffleck #AllDisrespectToEmmyAwards).

Mejor 'Miniserie': Fargo (FX) 


Fargo no tiene rival en esta categoría puesto que el gran competidor y probable ganador de la misma, True Detective, ha sido presentado como serie de drama en lugar de limited series. HBO cree firmemente que su producto puede medirse de tú a tú con las grandes series, menospreciando en parte las mal llamadas 'miniseries', veremos si les sale la jugada como pretendían o acaban arrepintiéndose.

Mejor Telefilme: The Normal Heart (HBO) 


The Normal Heart es quizá la victoria más clara de esta 66ª edición de los Emmy, los expertos se muestran prácticamente por unánimidad en favor de esta perla de HBO. Una lástima que la otra de sus nominadas, Muhammad Ali's Greatest Fight, no haya sido mejor valorada, la buena intención no se acaba viéndose reflejada finalmente en resultado. Nuestra debilidad por la figura de Muhammad hace que nos deje cierto mal sabor de boca.



Mejor actor principal en una serie de comedia: Jim Parsons como Dr. Sheldon Cooper en The Big Bang Theory (Episodio: "The Relationship Diremption") (CBS)

Mejor actriz principal en una serie de comedia:  Julia Louis-Dreyfus como Vicepresidenta Selina Meyer en Veep (Episodio: "Crate") (HBO) 

Mejor actor principal en una serie dramática: Matthew McConaughey como Detective Rustin Cohle en True Detective (Episodio: "Form and Void") (HBO)

Mejor actriz principal en una serie dramática: Robin Wright como Segunda Dama Claire Underwood en House of Cards (Episodio: "Chapter 26") (Netflix)

Mejor actor de reparto en una serie de comedia: Andre Braugher como Capitán Ray Holt en Brooklyn Nine-Nine (Episodio: "Christmas") (Fox)

Mejor actriz de reparto en una serie de comedia: Allison Janney como Bonnie Plunkett en Mom (Episodio: "Estrogen and a Hearty Breakfast") (CBS)

Mejor actor de reparto en una serie dramática: Aaron Paul como Jesse Pinkman en Breaking Bad (Episodio: "Confessions") (AMC)

Mejor actriz de reparto en una serie dramática: Christina Hendricks como Joan Harris en Mad Men (Episodio: "The Strategy") (AMC)


20 febrero 2014

True Detective



Cinco capítulos de esta nueva serie que se emite en la HBO han bastado para que medio mundo se haya encandilado con la trama creada por Nic Pizzolatto y la hayan elevado la categoría de serie de culto. La trama parece sencilla, dos policías con personalidades antagónicas intentan resolver un caso de un asesino en serie, pero os aseguro que de sencilla tiene poco. Al parecer cada temporada tendrá su caso propio e incluso sus propios personajes así que no tendrán nada en común.

En esta primera temporada los dos protagonistas son Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Martin Hart (Woody Harrelson), que si me lo llegan a decir hace dos años ni la hubiera visto, pero la transformación que ha sufrido McConaughey ha sido espectacular. La serie trata con dos lineas de tiempo diferentes y entre estas dos líneas hay 17 años de diferencia.


En el presente, dos detectives jóvenes investigan el caso de un asesinato que llevaron Rust y Martin a mediados de los 90 y por ello les hacen reconstruir (por separado) toda la investigación. Las preguntas sirven de hilo conductor para explicar paso por paso como trabajaron en aquel caso, pero no les dicen por qué lo están volviendo a investigar.

17 años atrás, Rust y Marty son dos detectives de Lousiana e investigan un caso de asesinato muy extraño que les llevará a los lugares más sórdidos del Estado. Marty es un padre de familia de lo más normal mientras que Rust parece que esté loco, experiencias traumáticas en el pasado han hecho mella en su personalidad y tendrá enfrentamientos con su compañero.

"Then start asking the fucking questions"
Las actuaciones son de primer nivel, pero McConaughey sobresale por encima de los demás y prácticamente se adueña de la serie. El apartado técnico está muy bien cuidado y a estas alturas ya os sonará el plano secuencia de más de 6 minutos al final del cuarto capítulo dirigido por Cary Joji Fukunaga; incluso algunos ya lo han considerado como el mejor que se ha hecho jamás en la pequeña pantalla. En mi caso, creo que no parpadeé ni una vez en esos seis minutos.

Los diálogos hacen que no te quieras perder ni un solo segundo del capítulo, las conversaciones psicológicas y hasta metafísicas te hacen plantearte si Rust Cohle es un genio o un loco más. Posee una gran “opening scene” y la banda sonora de la serie en general está muy bien escogida. En cuanto a la ambientación de True Detective, he de decir que es uno de sus puntos fuertes, nos encontramos en ambientes sombríos y decadentes (inspirados en los cuentos de Lovecraft) que dan la sensación de estar alejado del mundo.



Se ha comparado a True Detective con Twin Peaks por aquello de que en la serie de Lynch era “¿Quién mató a Laura Palmer?” y en la de Pizzolatto es “¿Quién mató a Dora Lange?”, pero más que a la magnífica serie Twin Peaks, yo diría que su gran inspiración la recoge del cine del David Fincher, especialmente Se7en; las historias son muy similares y la perversión y satanismo están presentes en las dos obras.


Es, sin lugar a dudas, la serie del año.

Sí, con sólo cinco capítulos.