domingo, 25 de mayo de 2014

Locura y arte: el lado más oscuro de Goya

Tanto la locura como el arte son dos dos conceptos realmente difíciles de definir. A lo largo de la historia han tenido distintos significados e interpretaciones y se han visto influenciadas por la sociedad. Muchas veces se han puesto en relación, quizás por la famosa imagen de los artistas, inspirados por las musas, o por aquello que dicen de que todos los genios están locos. La creación artística, mucho antes de ser un proceso físico, lo es mental. Todo lo que se encuentra en la cabeza del artista se ve reflejado de una manera o de otra en sus obras. Como ya dijo Cosme El Viejo 'Cada pintor se pinta a sí mismo'

Desde Platón, la locura se entenderá en cierto modo como un mecanismo necesario para la creación artística ya que 'la vista de un cuerpo bello suscita el ardiente deseo de la belleza divina y es cuando las personas inspiradas son llevadas a un estado de locura divina'. La mitología clásica también se encargaría de reflejar la locura, siempre como algo transitorio, relacionado con Dionisios, el dios del vino, las mujeres y el caos. El dios en sí produce locura en su séquito, pero él se mantiene impasible. Por eso será el origen de aquellas que le rinden culto, como las ménades o las bacantes, representadas en un baile desenfrenado, con los ojos fijos, en una estado de trance. También estuvo conectada con criaturas mitológicas y sobrenaturales como los sátiros, bestias relacionadas con la embriaguez y la naturaleza. 


Fauno Barberini 

Más adelante, Erasmo de Rotterdam, defendería la locura como clave para alcanzar la felicidad, al contrario que la sabiduría, criticando el estilo de vida que solían llevar los filósofos. Durante la Edad Media la locura se presenta como oposición a lo establecido y en relación con aquellas personas que se comportaban de forma irracional y que atentaban contra las ideas de la Iglesia. La locura es infringir las normas y hacer acusaciones sobre la sociedad. Es una lucha interna entre lo establecido, la marginación y la enfermedad. Un artista que reflejo estas ideas fue El Bosco, que pensaba que la locura y el pecado eran el destino natural del hombre, así como el infierno. 


El jardín de las delicias

Cualquiera viene informado sobre lo que ellos son
se mira por bien en el espejo de los locos
si uno bien se refleja, toma por verdad
lo que no debe tenerse por sabiduría,
presumir de sí mismo sin tener:
no existe de hecho ninguno al que no falte algo
o que pueda decir sinceramente
que es sabio y no un loco

Narragoniem o el “País de los locos”





La extracción de la piedra de la locura. El Bosco

La trepanación era una práctica común en la Edad Media (y hasta hace relativamente poco) para 'curar' la locura

Ya en el Renacimiento la locura se disfrazó de la llamada 'melancolía'. Según la teoría de Hipócrates, el médico griego, el cuerpo se dividía en cuatro fluidos, llamados humores: bilis negra, bilis, flema y sangre. Cada persona tenía uno de ellos en mayor cantidad que el resto y eso definía su temperamento. Además estaba relacionada con una época del año, un parte del cuerpo, un elemento de la naturaleza y un oficio Justo la flema negra o 'melancolía' respondía a un carácter abatido, somnoliento o depresivo. Esta teoría estuvo vigente durante toda la Edad Medía y en épocas posteriores. En un libro publicado en 1531 llamado De oculta philosophia (La filosofía oculta) el autor distingue tres tipos de melancolía. Una de ellas es la imaginativa, propia de artistas, arquitectos y artesanos.


La Melancolía. Grabado de Durero 

Llegados a este punto, pasamos de hablar de la representación de la locura en el arte y nos centramos en los artistas que han sufrido algún tipo de enfermedad mental, ya sea por datos reales o por lo que se sabe a través de sus obras. Será ya en el siglo XIX cuando la locura se defina como una enfermedad, lo que conlleva a la creación de los hospitales psiquiátricos. Pero no será hasta el siglo XX cuando la psiquiatría alcanzará cotas verdaderamente altas respecto a investigación y estudio. Se empezaron a analizar las obras y comportamientos de todo tipo de personajes, que quizás anteriormente ya habían llamado la atención. Los pintores no se quedaron fuera, ni muchísimo menos. Durante las vanguardias distintos artistas se inspiraron en dibujos que hacían algunos enfermos de esquizofrenia e incluso los propios enfermos se convirtieron en artistas, como cuenta este estupendo artículo de JotDown.

Dicho esto, quiero centrarme en un artista en concreto: Goya. Todos sabemos de los problemas mentales de pintores tan famosos como Van Gogh o Dalí. Es sabido que el primero estuvo en un manicomio, se corto una oreja y acabó con su propia vida y que el segundo tenía numerosos traumas, una relación tormentosa con su padre y una fobia al sexo y a las mujeres. Pero Goya no es un caso claro, hay muchas hipótesis acerca de lo que ocurría dentro de su cabeza. Sufrió una enfermedad, la cual le dejó sordo y que pudo repetirse hasta en tres ocasiones (1793, 1808 y 1812). Numerosos estudios han examinado los síntomas descritos (adelgaza­miento, palidez, abatimiento, vértigos, tristeza, olvidos, cefaleas, estu­por, manía, melancolía y delirios alucinatorios) y consecuencias de dicha enfermedad, y aunque algunos han señalado únicamente problemas físicos, otros han señalado enfermedades mentales. 


Primeramente porque se han puesto en relación los problemas de audición y ciertas enfermedades mentales (al igual que Goya, Beethoven se quedó sordo y era conocido por su extraño carácter) Así mismo, se dice que esta enfermedad que atormentó al artista podía ser un principio de psicosis esquizofrenia o paranoia, algo que se puede confirmar en cierto modo por algunas cartas conservadas. También se ha dicho que pudo tener depresiones e incluso ciclos bipolares. Además, se han encontrado documentos donde se demuestra que dos parientes cercanos a Goya estuvieron ingresados en el 'área de locos' de un hospital de Zaragoza cuando el artista tenía 18 años.

Se conservan 19 obras donde Goya muestra de forma directa la locura, como por ejemplo una llamada Corral de locos, donde podemos ver reflejado un conocimiento directo de las salas de los hospitales. Estas escenas son increíblemente realistas, posiblemente tomadas de lo que vio en sus visitas al hospital.



Trás el episodio de esa extraña enfermedad en 1793, pintó tres series de cuadros relacionados con el misterio, la brujería, la noche e incluso la tortura. Antes de esto destaca un cuadro en el que se representa una escena de El hechizado por fuerza, obra teatral de Don Juan de Antonio de Zamora, en la que un hombre intenta que no se le apague una vela pues cree que si lo hace, va a morir. El miedo a la muerte desde un personaje terrorífico aparece en numerosas obras de Goya. 






Despúes vendrían lienzos como La cocina de los brujos, Vuelo de brujas y El conjuro. En estas obras hay una importancia de las luces y las sombras. También podemos ver temas de asesinatos, violaciones y canibalismo, claramente relacionados con Los desastres de la guerra.


Vuelo de brujas


Bandido asesinando a una mujer

En la vida de Goya hubo otro suceso sumamente importantes para su salud física y mental: la Guerra de la Independencia y todo lo que vio a causa de ella. Tras el conflicto, además de los famosos cuadros del 2 y 3 de mayo, realizó una serie de grabados llamada Los desastres de la guerra, en la cual se pueden ver horribles escenas que el mismo Goya presenció o le contaron. Los desastres de la guerra es un espantoso retrato de la guerra y de lo que el hombre puede llegar a hacer. En mi opinión, un manifiesto antibelicista en el que Goya ruega que no se vuelva a repetir nunca algo así.
Y no hay remedio


Escapan entre las llamas


No quieren


Y no son fieras

Pero quizás la culminación de este aspecto tan oscuro de la pintura de Goya y la clara representación, no de lo que vio de la enfermedad, sino de lo que vivió, llega con sus famosas Pinturas negras (1819-1823). Este es el nombre que reciben los 14 murales que realizó en su casa, la Quinta del Sordo, durante los últimos años de su vida, antes de irse a Francia. Las escenas se realizaron encima de paisajes anteriormente pintados, y a las que en ningún momento puso nombre. 

Según las normas de la época las pinturas tenían que tener relación con la estancia donde se encontraban. Goya, con cierto humor negro, pintó por ejemplo Saturno devorando a sus hijos y Dos viejos comiendo sopa en el comedor, además de Judit matando a Holofernes, historia bíblica en la que Judit asesina al otro personaje tras un banquete. Desde otro punto de vista, la planta baja, la que tiene menos luz, guarda las pinturas más oscuras. En ellas están muy presentes la muerte, la vejez e incluso la decadencia sexual. 


Saturno devorando a su hijo

En la segunda planta hay obras de distintos temas pero no se consigue encontrar una línea argumental, ni siquiera confrontaciones temáticas. Las figuras de estas pinturas suelen aparecer desplazadas del centro, de la masa, como en El perro. Hay escenas de brujas como en El Aquelarre o de violencia como en Duelo a garrotazos. Se desarrollan por la noche, en la ausencia de luz, donde muere el día. Se crean escenas pesimistas, llenas de misterio. Las expresiones de los personajes aparecen con los ojos y las bocas muy abiertos, con expresiones grotescas. Se muestran los aspectos más desagradables de la vida y del ser humano, sin ningún tipo de reparo. 



Duelo a garrotazos 



El aquelarre


Después de este análisis, nos sigue pareciendo un misterio la naturaleza de la enfermedad del pintor, pero lo que está claro es que su producción cambió profundamente, lo que significa que algo importante cambió en su mente. Algo que quizás le venía con el ADN. En mi opinión creo que Goya, claramente, se podría incluir en esa lista de 'genios y locos'. 

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