jueves, 27 de marzo de 2014

Arquitectura modernista en España


Hoy voy a hablar de un movimiento artístico que me gusta especialmente. Este movimiento recibe distintos nombres según el país; Sezessionstil en Vierna, Modern Style en Inglaterra, Liberty en Italia, Judendstil en Alemania, Modernismo en España y Art Noveou en Bélgica y se extendió por todos los ámbitos artísticos. Pero yo me voy a centrar en mi país, donde la arquitectura modernista tuvo una repercusión especial en Cataluña. Es bien sabido que el centro del modernismo en España es Barcelona. (Desde aquí un saludo a mis compañeros de blog, vuestra ciudad es preciosa)

Nos encontramos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en un momento en el que la vida estaba cambiando a un ritmo vertiginoso en Europa. La revolución industrial había llenado las ciudades de fábricas y maquinaria. La arquitectura tuvo un papel esencial en esta época, tanto por las ampliaciones de las ciudades para acoger a la nueva población que venía del campo como por el cambio que se produjo en los materiales. El hierro empezó a formar parte del tronco de la mayoría de los edificios. Sobriedad y funcionalidad eran los dos conceptos que se veían reflejados en las construcciones. En contraposición a esta arquitectura, deshumanizada de alguna manera, surgió un movimiento artístico que pretendía mezclar lo moderno con lo antiguo, lo innovador con la artesanía: el modernismo.

La arquitectura de este movimiento es principalmente urbana y busca un aspecto agradable y elegante, deseado por la burguesía. Adquiere gran importancia el diseño como elemento integrador de los edificios, como antaño lo había sido la escultura. No podemos olvidar al magnífico Alphonse Mucha y a sus carteles publicitarios o a Guimard y a sus bocas de metro parisinas, obras que se podrían decir que son los símbolos más famosos de esta corriente artística. 

Los materiales utilizados van a ser los típicos del momento, aprovechados hasta sus últimas consecuencias como el hierro, pero también antiguos como la piedra o el ladrillo. Además en vez de copiar las formas clásicas, se va a innovar, tomando el edifico como un ente, como un ser vivo. De este modo, va a tener un fuerte componente ornamental inspirado en la flora y en la fauna. Otro aspecto muy importante es el rechazo por lo recto, por lo sobrio ya que a los modernistas les va a encantar la curva en todas sus expresiones, como algo que transmite vida. 

Alphonse Mucha - Les Saisons

Entrada al metro de París

Bien, antes de entrar en territorio español, hay que empezar por el principio. El precedente del modernismo lo encontramos en William Morris y su Red House (Casa roja). Después, el pionero en el movimiento que nos ocupa será Victor Horta, autor de la Casa Tassel en Bruselas (1892-1893). En ella los soportes metálicos se dejan vistos, para dejar el edificio más abierto y la decoración tiene referencias al mundo natural como la delgadez de sus columnas (tallos), su posterior desarrollo (ramificación) y su avance por el techo y las barandillas (enredadera).
                                            


Los orígenes catalanes los encontramos en la nueva Escuela Provincial de Arquitectura creada en 1871 y dirigida por el arquitecto Elies Rogent i Amat. Pero será con Domènech i Montaner con quien el modernismo catalán alcanzará un mayor desarrollo. Sus obras se caracterizan por una ornamentación inspirada en la arquitectura hispano-árabe y en el dibujo curvilíneo. Entre sus obras más destacadas encontramos el Palau de la Música Catalana, el Hospital Sant Pau o el Institut Pere Mata de Reus.

Palau de la Música Catalana




El edificio se articula alrededor de una estructura central metálica recubierta de vidrio, que al recibir la luz natural convierte el edificio en una obra mágica. Una caja de música donde se combinan todas las artes aplicadas: escultura, mosaico, vitral y forja. La Sala de Conciertos está presidida por el órgano sobre el escenario y tiene un lucernario central que representa el sol. Es una sala mística que se encuentra repleta de figuras como las musas que rodean el escenario, las valquirias de Wagner que surgen del techo, un busto de Anselm Clavé a un lado y uno de Beethoven al otro, y cientos de elementos de la naturaleza, como flores, palmeras, frutos, jarrones y vitrinas llenas de joyas.



En 1901 Josep Puig i Cadafalch, díscipulo de Domènech i Montaner, realizó la Maisson Macaya. Su exterior está hecho en estuco blanco y esculturas. Su interior tiene una rica decoración que se puede observar en su increíble patio.


Sin embargo, su edificio más famoso es la Casa Amatller, situada en el Paseo de Gracia. Este edificio está inspirado en distintos movimientos como el románico, el gótico, siglo XVI, barroco. El coronamiento nos recuerda a las construcciones medievales de los Países Bajos. La portada repite un solo dibujo y los materiales utilizados son hierro y piedra.

La máxima figura es sin duda Antoni Gaudí. En sus primeras obras haría una reinterpretación de antiguos estilos artísticos, como el gótico y el mudéjar. Sin embargo, después evolucionarían a otras más naturalistas. Como otros autores, su fuente de inspiración es la naturaleza. Funde distintos aspectos para crear obras tan maravillosas como El Palacio Episcopal de Astorga, el Capricho de Gaudí, la Casa Calvet, la Casa Batlló, La Pedrera, El Parc Güell y la Sagrada Familia.

Casa Batlló


Situada en el Paseo de Gracia, es una remodelación de un edificio previamente existente y se realizó entre los años 1904 y 1906. Las partes principales para Gaudí fueron la fachada, la planta noble (residencia de la familia Batló), el patio, el desván y la azotea además de un quinto piso que añadió. Pertenece a la época naturalista, donde el arquitecto empezó a desarrollar su estilo personal. Un elemento muy importante es el cristal. Las columnas tienen forma de huesos y los balcones de máscara. Así mismo, el gran tejado está formado por tejas de colores imitando las escamas de un dragón. En el interior destaca una escalera en la que su pasamanos recuerda al espinazo de un gran animal.

La Pedrera o Casa Milá


Este edificio construido entre 1906 y 1912 es conocido como La Pedrera por su similitud con una cantera a cielo abierto. La Pedrera se construyó como dos bloques de viviendas, con accesos independientes, intercomunicados por dos grandes patios interiores y con una sinuosa fachada. Fue mandado construir por Pere Milà i Camps como residencia propia y para alquiler de pisos. Ahora es un centro social donde se realizan numerosas actividades. Fue el cuarto y último edificio que Gaudí realizó en el Paseo de Gracia.


Parque Güell


Entrada principal


Bancos

Pórtico de la Lavandera

Situado en la parte de alta de Barcelona, es una de las visitas obligadas de la ciudad. En él se pueden ver unas preciosas vistas. El Parque Güell se formó con la unión de dos fincas, en la llamada Montaña Pelada (hoy día Colina del Carmel), adquiridas por el conde Güell el año 1899. Gaudí lo concibió con un sentido religioso (una capilla que no se llegó a construir), orgánico y urbanístico. Consiste en un espacio lleno de naturaleza y construcciones arquitectónicas como la Sala Hipóstila, el Pórtico de la Lavandera o el Calvario. Además en él se encuentra la casa-museo de Gaudí.


La Sagrada Familia





Por último hablaré de la Sagrada Familia, el emblema de Barcelona. El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una iglesia monumental iniciada el 19 de marzo de 1882 a partir del proyecto del arquitecto Francisco de Paula del Villar. A finales de 1883, se encargó a Gaudí la continuación de las obras, labor que no abandonó hasta su muerte, en 1926. A partir de entonces, varios arquitectos han continuado la obra siguiendo la idea original de Gaudí. Aunque es una obra que necesita una entrada para ella sola, intentaré hablar sobre todo de la labor de Gaudí, que se implicó tanto que llegó a vivir dentro del edificio. Un detalle importante de este edificio es que se financia con aportaciones anónimas y con el dinero de las entradas. Es por eso por lo que el avance de las obras es tan lento.

Tras asumir el proyecto en 1883, Gaudí construye la cripta, que termina en 1889. Mientras inicia las obras del ábside y del claustro, los trabajos siguen a buen ritmo gracias a los donativos recibidos. Cuando se recibe un importante donativo anónimo, Gaudí se plantea hacer una obra distinta y mayor, tanto en lo que se refiere a las formas y las estructuras como a la construcción. El proyecto de Gaudí consiste en una iglesia de grandes dimensiones, con planta de cruz latina y torres de gran altura; y concentra una importante carga simbólica, con el objetivo final de ser una explicación catequística de las enseñanzas de los Evangelios y de la Iglesia.

En 1911 proyecta la fachada de la Pasión y en 1923 la solución definitiva de las naves y cubiertas. El 30 de noviembre de 1925, se termina la construcción del primer campanario de la fachada del Nacimiento, dedicado a san Bernabé, de 100m de altura. Éste es el único que Gaudí ve construido, ya que el 10 de junio de 1926 muere debido a un trágico accidente ocurrido tres días antes, al ser atropellado por un tranvía.

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