-Estoy algo volado, mejor conduces tú...
Y de pronto hubo un estruendo terrible a nuestro alrededor y el cielo se llenó de lo que parecían vampiros inmensos, todos haciendo pasadas y chillando y lanzándose en picado alrededor del coche, que iba a unos 160 por hora, la capota bajada, rumbo a Las Vegas.
-¡Dios mío! ¿Qué son esos condenados bichos?
Pisé el freno y enfilé el Gran Tiburón Rojo hacia el borde de la carretera. Pensé que no tenía objeto mencionar aquellos vampiros. Muy pronto los vería el pobre cabrón.
Con este diálogo se
inicia la obra cumbre de Hunter S. Thompson y del movimiento llamado
“Periodismo Gonzo”: Miedo y asco en Las Vegas, que bien
podría ser el manifiesto de este estilo surgido durante los 60 y que
obtuvo cobijo en revistas como Rolling Stone o Playboy. Por su
desafío constante al status quo,
el abuso de drogas de cualquier tipo y una forma de escribir casi
frenética, Thompson se ganó un lugar en la contracultura y en el
movimiento hippie de finales de los 60.
El
Periodismo Gonzo se caracteriza por la ausencia de una de las señas
más importantes del periodismo actual (jé): la objetividad. En los
reportajes “gonzos” el periodista se mete de lleno en la acción
e incluso es el desencadenante y el que da el primer paso. Predomina
la primera persona y no se deben omitir los detalles más escabrosos,
pues ahí es donde reside la esencia del escrito.
El
alcohol y las drogas de todo tipo son parte fundamental para
comprender el Periodismo Gonzo, ya que mediante su consumo se
distorsiona la realidad y se pierde la objetividad del periodismo
común. Es habitual en las obras de Thompson que las sustancias
psicotrópicas como la mescalina o el LSD sean el preludio a la
acción que va a llevar a cabo.
“En una sociedad cerrada donde todo el mundo es culpable, el único crimen es ser atrapado. En un mundo de ladrones, el único pecado final es la estupidez.”
Las
influencias más claras de Hunter S. Thompson las encontramos en el
“Nuevo Periodismo”, iniciado por Capote con “A sangre fría”
por la falta de objetividad y la “no ficción”; algunos incluso
opinan que se trata de un subgénero dentro del Nuevo Periodismo.
Pero la influencia más clara en cuanto a temática está en los
Beatniks, con los que comporte la pasión por las drogas y un estilo
narrativo muy parecido.
Además
de 'Miedo y asco en Las Vegas' y sus reportajes en Rolling Stone o
Playboy, Thompson también es famoso por escribir sobre los meses que pasó con la
banda de motoristas “Los Ángeles del Infierno”, de la cual casi
sale sin vida. En el libro describe los 5 meses que convivió como
uno más de la banda, una obra repleto de orgías, robos y demás
crímenes que agrandó la fama de la banda de motoristas más famosa
del mundo.
El
Periodismo Gonzo ha intentado tener varios sucesores como Lester
Bangs o P.J. O'Rourke, pero los admiradores de Thompson consideramos
que este tipo de periodismo murió el 20 de febrero de 2005, día en
que Hunter S. Thompson se suicidó disparándose en la cabeza a la
edad de 67 años.
«Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada»
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