Hay que estar bien alerta con todo intento de enmarcar un conflicto como es en este caso el de género, especialmente si se trata de uno con apariencia progresista.
La trabajadora actual vive en un mundo globalizado, víctima de la precariedad laboral y solo pudiendo sentirse parte de un proceso económico, sin una identidad cultural a la que aferrarse.
El sexo, el género, binario o no binario, fluido... tras el auge de luchas como la feminista o por la libertad sexual, muchas han sido las realidades de este tipo que se han puesto sobre la mesa.
Es importante retener 2 concepciones de la naturaleza del ser humano, la social, que constituye la base de la educación, y la política, que contribuye a la extensión de susodicha educación; porque, son 2 elementos fundamentales en la construcción y salud del sistema democrático.