• Hay que estar bien alerta con todo intento de enmarcar un conflicto como es en este caso el de género, especialmente si se trata de uno con apariencia progresista.
  • La trabajadora actual vive en un mundo globalizado, víctima de la precariedad laboral y solo pudiendo sentirse parte de un proceso económico, sin una identidad cultural a la que aferrarse.
  • El sexo, el género, binario o no binario, fluido... tras el auge de luchas como la feminista o por la libertad sexual, muchas han sido las realidades de este tipo que se han puesto sobre la mesa.
  • Es importante retener 2 concepciones de la naturaleza del ser humano, la social, que constituye la base de la educación, y la política, que contribuye a la extensión de susodicha educación; porque, son 2 elementos fundamentales en la construcción y salud del sistema democrático.

viernes, 28 de febrero de 2014

La Guerra de los Mundos


Londres, 1904. Seis años después de la invasión alienígena, nuestro protagonista nos detalla desde su perspectiva como vivió aquellos días en los que la humanidad pudo haber sido destruida por unas extrañas criaturas procedentes del planeta Marte.


Obra de Herbert George Wells, 'La guerra de los Mundos' fue la primera novela que plasmó la invasión extraterrestre en nuestro planeta y desde un punto en que su tecnología era infinitamente superior a la de los humanos.

La historia de la Guerra de los Mundos se sitúa en el Londres de finales del s.XIX, un tiempo en el que la revolución industrial está ya consumada y la época victoriana está llegando a su fin. Nuestro protagonista (sin nombre) es un escritor que una noche en un observatorio ve unas explosiones en Marte que crean un revuelo científico. Días más tarde, un cilindro cae en la llanura de Horsell, cerca de donde vive. De ese cilindro salen unos marcianos parecidos a unos pulpos que lanzan un rayo ardiente que fulmina todo lo que toca.

Herbert George Wells

Debido a la diferencia de peso entre Marte y la Tierra, los extraterrestres no pueden casi moverse, cosa que hace que la población se tranquilice, pero a medida que van cayendo más cilindros, los marcianos crean una extraña máquina de guerra: un trípode con el que moverse libremente por la Tierra. Es entonces cuando empiezan a destruir todo lo que encuentran en su camino, miles de muertos y pueblos arrasados dejan constancia de su paso. Incluso Londres está en peligro. Nuestro protagonista se tendrá que separar de su familia y luchará por sobrevivir junto a personajes tan pintorescos como un soldado o un vicario.

El estilo de Wells es fino y trabajado pero a la vez sencillo, sin caer en detalles que no tengan demasiada importancia y sin elocuencia en sus palabras. El realismo del libro hace que realmente parezca una historia que sucedió y hace que te sumerjas en el libro. Otras obras destacables de H. G. Wells son 'La máquina del tiempo' y 'La isla del doctor Moreau'.

La influencia que ha tenido 'La Guerra de los Mundos' es incalculable, cualquier trama que tenga como eje central la invasión alienígena le debe mucho a Wells. Además, sus adaptaciones han tenido mucho éxito. Se ha llevado dos veces a la gran pantalla, la última de la mano de Spielberg en 2005 de forma fallida y la primera en 1952 por parte de Byron Haskin. Pero si la 'Guerra de los Mundos' es tan conocida hoy en día es gracias a sus adaptaciones radiofónicas. La primera y más famosa la realizó un joven Orson Welles en 1938 cuando atemorizó a los oyentes radiofónicos de New York y New Jersey con una invasión alienígena.


Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...” -Orson Welles

Pero no ha sido la única vez, otra que obtuvo repercusión se realizó en Ecuador en 1949, Radio Quito retransmitió la Guerra de los Mundos copiando lo que había hecho Welles y volvió a crear pánico entre sus oyentes, tanto que hasta quemaron el edificio en el que se realizaba el programa.

La retransmisión de Welles lo catapultó a la fama y ha sido parodiada e imitada en mil y una maneras distintas, la muestra más reciente de ello la pudimos ver en el último programa de Jordi Évole sobre el 23-F.


"Antes de juzgarlos con excesiva severidad, debemos recordar que nuestra propia especie ha destruido completa y bárbaramente no tan sólo a especies animales, como el bisonte y el dodo, sino razas humanas culturalmente inferiores. Los tasmanienses, a despecho de su figura humana, fueron enteramente borrados de la existencia en una guerra exterminadora de cincuenta años, que emprendieron los inmigrantes europeos. ¿Somos tan grandes apóstoles de misericordia que tengamos derecho a quejarnos porque los marcianos combatieran con ese mismo espíritu?" -Fragmento de 'La Guerra de los Mundos' de H.G. Wells

miércoles, 26 de febrero de 2014

I got 99 problems, but a beat ain't one; #85 - All Falls Down


[Beat anterior]

Volvemos a las andadas, All Falls Down es el cuarto track de The College Dropout, vamos al cuarto porque el tercero es un skit que sirve a Kanye para guiar el disco contando una historia. En el susodicho skit oímos nuevamente al profesor (DeRay Davis) blasfemando tras escuchar la canción que le mandó hacer a Yeezy, se escandaliza y le niega, mediante un discurso racista, la oportunidad de graduarse. Al acabar, John Legend canta un estribillo con autotune como si fuese Kanye que reza, traducido, algo parecido a:

Ya no estoy confuso, pero no se lo digas a nadie,
estoy a punto de romper las reglas, pero no se lo digas a nadie,
tengo algo mejor que hacer que la escuela, pero no se lo digas a nadie,
mi madre me mataría, pero no se lo digas a nadie.
Ella quiere que consiga un buen trabajo de mierda como todos los demás,
no se pone en mi lugar, no soy como el resto.

Queda patente el descrédito al mérito académico imperante. Puede notarse ese carácter que hoy le convierte el blanco de mofas y noticias, el ansia por destacar y hacer algo distinto, darle una vuelta de tuerca a los conceptos desgastados del momento. Parece mentira que seis barras de un skit de su primer álbum digan tanto de en lo que acabaría por convertirse.


El cuarto track es el que juega con un fragmento del Mistery of Inquity de Lauryn Hill a modo de estribillo. La letra gira en torno a "la autoconciencia, la conciencia de uno mismo, y la inseguridad implícita en la sociedad, en particular la comunidad negra, y cómo estas características pertenecen al materialismo económico" según la Rolling Stone, aunque creo que han sobrevalorado su intención, que era mucho más simple en principio.


Título: All Falls Down
Álbum: The College Dropout
Año: 2004
Autor: Kanye West
Sello: Roc-A-Fella / Def Jam

Kanye quiso incluir la voz de Lauryn pero tuvieron problemas con los permisos y acabó llamando a Syleena Johnson para que reprodujera el estribillo. La propia Syleena aparece junto a Common, Consequence, GLC y Kel Mitchell (de Kenan & Kel) haciendo cameos en el videclip del tema, lo cual le da un tinte gracioso y anecdótico. Chris Milk fue el encargado de dirigirlo y lo hizo de forma original grabándolo en primera persona y aplicando algunos efectos visuales.

Además, añadiremos como dato curioso que 'Ye repite un par de líneas de una de las canciones que tiene con GLC, Wow, y del Real Niggaz de Biggie.

martes, 25 de febrero de 2014

Hero (Ying Xiong, 2002) de Zhang Yimou




"Acabo de entenderlo, esta palabra no esconde ninguna destreza concreta. Sin embargo representa el arte de la espada. El primer principio de este arte es la fusión entre el hombre y la espada, el hombre es la espada, la espada es el hombre. Hasta una brizna de hierba puede ser un arma"



Hero cuenta una legendaria historia sobre el periodo en que China estaba dividida en siete reinos y estos luchaban por la hegemonía. En ese momento histórico, el rey Qin (Chen Dao Ming) vive con la idea de unificar las tierras y convertirse en el primer emperador, por lo que se convierte en el principal enemigo de los otros seis reinos. A causa de ello, Qin ofrece una suculenta recompensa para aquel que elimine a los sicarios que tratan de asesinarle -Espada rota (Tony Leung Chiu Wai), Nube volante (Maggie Cheung) y Cielo (Donnie Yen). Sin nombre (Jet Li) aparecerá en palacio con pruebas de haber cumplido tal misión.


Tras el éxito de Tigre y dragón (Wo hu cang lon, 2000) de Ang Lee, el género de artes marciales vivió un impulso económico y comercial que permitió a Zhang Yimou contar con una superproducción digna de los filmes de Hollywood. El reputado director chino presenta aquí una historia legendaria que sirve como hilo conductor para una exhibición técnica y visual pocas veces igualada.

Las virtudes del film, pues, se hallan en los aspectos técnicos y visuales, así como en la impoluta dirección de Yimou. Por el otro lado, tenemos un argumento que posee la moraleja de una leyenda pero que no trasciende más allá de eso.

Hablemos primero de los valores positivos, que son muchos. Visualmente, la película es deslumbrante, la fotografía de Christopher Doyle se alza como uno de los puntos fuertes junto a la utilización impresionista del color -claramente inspirada en Ran (ídem, 1985) de Akira Kurosawa-, que presenta diferentes tonos enfocados a enfatizar y diferenciar los distintos estados de ánimo, estaciones o flashbacks que se presentan. 


Las poéticas luchas entre los distintos protagonistas se funden con los paisajes presentados, aludiendo al arte marcial como un todo, una lucha más allá de los cuerpos de los combatientes. La música circunstancial de Tan Dun acompaña de igual forma estos duelos.

En cuanto a las labores interpretativas, debemos hacer una distinción entre el papel principal y los secundarios. A estas alturas, cuesta mucho esfuerzo tomar seriamente el trabajo de Jet Li, intérprete mediocre que asociamos a los infames filmes de acción estadounidenses. El contrapunto lo ofrece el resto del reparto, con algunas de las mayores estrellas del panorama asiático - Tony Leung y Maggie Cheung son los dos grandes ejemplos- y la participación de Zhang Ziyi, una mujer muy vinculada a los filmes marciales que ofrece una descarnada interpretación. 


Como ya apuntábamos, la gran carencia de Hero -más allá de Jet Li- es una mayor profundidad argumental, pues las relaciones sentimentales entre los protagonistas y la moraleja final saben a poco.

Pese a ello, la bellísima factura de la película deleitará a cualquier espectador. Una parada ineludible para los amantes del cine de artes marciales.





lunes, 24 de febrero de 2014

I got 99 problems, but a beat ain't one; #86 - We Don't Care

El pasado día 10 de este mes se cumplían 10 años del lanzamiento de The College Dropout, el disco con el que debutó Kanye West y que marcó el inicio de esa famosa saga del 'osito'. Tal y como apuntaba Doc Jota en Twitter, The College Dropout changed my life, por ello, coincidiendo con su publicación aquí en España dos semanas más tarde, dedicaremos las próximas entradas de 'I got 99 problems, but a beat ain't one' a los temas que encontramos a medida que avanzamos por el tracklist.

Empezamos con el track número dos, puesto que el primero es una intro de 20 segundos interpretada por DeRay Davis, un humorista y actor que quizá conoceréis por sus apariciones en 'Barbershop (2)' como Ray Ray o 'Scary Movie 4' interpretando a Marvin. Pero en definitiva, We Don't Care es el tema que nos ocupa.


Título: We Don't Care
Álbum: The College Dropout
Año: 2004
Autor: Kanye West
Sello: Roc-A-Fella / Def Jam

En la intro mencionada "su profesor" le pide a Ye una canción para los niños y él la hace, pero a su manera. En We Don't Care -originalmente llamada Drug Dealing- encontramos apología del hustle, el buscarse la vida en las calles como sea porque no hay alternativa posible. Si nos fijamos un poco podemos identificar dos partes, la primera, formada por los dos primeros fragmentos, hace referencia, con múltiples metáforas y juegos de palabras, a la venta de drogas, e  incluye además el ejemplo de uno de sus amigos, Really Doe -a quien encontraremos más tarde en Late Registration-, dice: "Around the same time, Doe ran up in dude house / couldn't get a job, so since he couldn't get work / he figured he'd take work".

La segunda parte, compuesta por el último conjunto de versos, pone de manifiesto la pobreza y la incultura a las que están condenados los niños crecidos en el ghetto, mas reivindicando que no lo son por ser quienes son, si no por dónde viven.

En cuanto a la instrumental, Yeezy se vale del sampleo de la canción de The Jimmy Castor Bunch I Just Wanna Stop para darle cuerpo al beat y añade un coro de niños en el estribillo que atienden al sentido del tema. Kanye hizo constar los nombres de los 3 niños que formaban el coro, Terence Hardy, Diamond Alabi-Isama y James Knight. Curiosamente, si buscáis en YouTube dicha canción, todos los comentarios que encuentras en el primer vídeo hacen referencia a Kanye, no a Jimmy Castor.


No querría olvidar el mencionar que Jay Z le "copia" un par de líneas en Oh My God"So if this is your first time hearing this / you are about to experience someone so cold". 

Esta no es ni de lejos la mejor canción del disco, pero reconozco el valor de iniciarlo mediante una feel good song con un mensaje tan triste y reivindicativo. Además es una evidente declaración de intenciones, refleja de forma clara su anti-intelectualismo y desconfianza en el mérito académico.


domingo, 23 de febrero de 2014

Alemania, año cero (Germania, anno zero, 1948) de Roberto Rossellini




"No soy un pesimista, alertar del mal allí donde existe, en mi opinión, es una forma de optimismo."


Roberto Rossellini



Edmund es un niño de doce años que trata de sobrevivir junto a su familia en la Alemania de posguerra, concretamente en Berlín, una ciudad completamente derruida en la que trabajar, comer o dormir son lujos, y vivir, un auténtico infierno. 


Alemania, año cero es la película que cierra la trilogía neorrealista sobre la posguerra de Roberto Rossellini -iniciada con Roma, ciudad abierta (Roma, città aperta, 1945) y Paisà (ídem, 1946)- y es el único de estos trabajos que se sitúa fuera de Italia. 

Rossellini, iniciador del movimiento, presenta aquí un trabajo que responde a los esquemas del mismo; predominio de los exteriores, actores no profesionales, reflejo de la vida de posguerra ilustrando las dificultades de los supervivientes de la misma etc.


En este caso concreto, el maestro italiano ofrece un crudo relato de la Alemania inmediatamente posterior a la caída del Tercer Reich a manos de los Aliados. Mediante un protagonista que no hace más que simbolizar el dolor de toda una generación perdida, Rossellini muestra la ruina social y humana que ha supuesto la guerra para todo un país -y no fue el único.

La indefensión de toda la familia del joven Edmund, que viven alquilados con otras diez personas y apenas tienen para comer, resulta estremecedora.


El magistral retrato al que nos tiene acostumbrados este director nace de su compromiso con lo que está contando. Rossellini no se posiciona en ningún momento -como él mismo avanza en un epílogo-, sino que nos muestra la realidad tal y como es, sin bajar la mirada por duro que sea lo que ven sus ojos. 

En resumen, una obra de enorme relevancia dentro de su movimiento artístico que supuso uno de los hitos del cine Italiano de los cuarenta.




viernes, 21 de febrero de 2014

Las consecuencias del amor (Le conseguenze dell'amore, 2004) de Paolo Sorrentino




"¿Amas la vida? No desperdicies el tiempo porque es la sustancia de que está hecha."


Benjamin Franklin


Titta Di Girolamo (Toni Servillo) es un hombre solitario de mediana edad que ha pasado los últimos ocho años viviendo en un hotel en Lugano, Suiza. Su monótona vida consiste en partidas de cartas con unos ancianos que también residen en el hotel, paseos por el centro comercial de la ciudad y visitar un bar para observar a la joven camarera (Olivia Magnani). 


Esta poética película arrasó en los premios David di Donatello de 2004, donde obtuvo diez nominaciones y cinco galardones -incluyendo el de mejor película. Además, fue nominada a la Palma de Oro en Cannes. El segundo film del director italiano Paolo Sorrentino presenta a un personaje que ha dejado de vivir, siendo condenado en vida a una existencia vacía y solitaria por circunstancias que aquí no desvelaremos.

Mediante el seguimiento de este personaje -un magnífico y hastiado Servillo-, la película reflexiona sobre la necesidad de vivir, aunque la inevitable consecuencia de ello sea la muerte. La relación con sus vecinos y la joven Sofía llevará a nuestro protagonista a poner fin a su monotonía y arriesgar lo único que le queda, su vida. 


La cámara de Sorrentino se desliza flotando, manteniéndose fiel a su particular estilo y consiguiendo imágenes y escenas de gran calado. La personalidad del director de La grande bellezza se halla ya patente en la sensacional dirección con la que cuenta esta cinta. Además de las interpretaciones se debe destacar la fotografía de Luca Bigazzi y la música de Pasquale Catalano, quien utiliza sonidos electrónicos varios.

Las consecuencias del amor incita constantes reflexiones sobre el sentido de nuestra existencia. La profundidad argumental del guión escrito por el propio Sorrentino resulta excepcional.


En definitiva, Las consecuencias del amor es un infravalorado film que no hacía más que apuntar el enorme talento de Sorrentino, que ha quedado probado con su reciente obra maestra, la magnífica La gran belleza.





jueves, 20 de febrero de 2014

True Detective



Cinco capítulos de esta nueva serie que se emite en la HBO han bastado para que medio mundo se haya encandilado con la trama creada por Nic Pizzolatto y la hayan elevado la categoría de serie de culto. La trama parece sencilla, dos policías con personalidades antagónicas intentan resolver un caso de un asesino en serie, pero os aseguro que de sencilla tiene poco. Al parecer cada temporada tendrá su caso propio e incluso sus propios personajes así que no tendrán nada en común.

En esta primera temporada los dos protagonistas son Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Martin Hart (Woody Harrelson), que si me lo llegan a decir hace dos años ni la hubiera visto, pero la transformación que ha sufrido McConaughey ha sido espectacular. La serie trata con dos lineas de tiempo diferentes y entre estas dos líneas hay 17 años de diferencia.


En el presente, dos detectives jóvenes investigan el caso de un asesinato que llevaron Rust y Martin a mediados de los 90 y por ello les hacen reconstruir (por separado) toda la investigación. Las preguntas sirven de hilo conductor para explicar paso por paso como trabajaron en aquel caso, pero no les dicen por qué lo están volviendo a investigar.

17 años atrás, Rust y Marty son dos detectives de Lousiana e investigan un caso de asesinato muy extraño que les llevará a los lugares más sórdidos del Estado. Marty es un padre de familia de lo más normal mientras que Rust parece que esté loco, experiencias traumáticas en el pasado han hecho mella en su personalidad y tendrá enfrentamientos con su compañero.

"Then start asking the fucking questions"
Las actuaciones son de primer nivel, pero McConaughey sobresale por encima de los demás y prácticamente se adueña de la serie. El apartado técnico está muy bien cuidado y a estas alturas ya os sonará el plano secuencia de más de 6 minutos al final del cuarto capítulo dirigido por Cary Joji Fukunaga; incluso algunos ya lo han considerado como el mejor que se ha hecho jamás en la pequeña pantalla. En mi caso, creo que no parpadeé ni una vez en esos seis minutos.

Los diálogos hacen que no te quieras perder ni un solo segundo del capítulo, las conversaciones psicológicas y hasta metafísicas te hacen plantearte si Rust Cohle es un genio o un loco más. Posee una gran “opening scene” y la banda sonora de la serie en general está muy bien escogida. En cuanto a la ambientación de True Detective, he de decir que es uno de sus puntos fuertes, nos encontramos en ambientes sombríos y decadentes (inspirados en los cuentos de Lovecraft) que dan la sensación de estar alejado del mundo.



Se ha comparado a True Detective con Twin Peaks por aquello de que en la serie de Lynch era “¿Quién mató a Laura Palmer?” y en la de Pizzolatto es “¿Quién mató a Dora Lange?”, pero más que a la magnífica serie Twin Peaks, yo diría que su gran inspiración la recoge del cine del David Fincher, especialmente Se7en; las historias son muy similares y la perversión y satanismo están presentes en las dos obras.


Es, sin lugar a dudas, la serie del año.

Sí, con sólo cinco capítulos.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Madame de... (ídem, 1953) de Max Ophüls




“El amor nos trajo a este mundo, y es el mismo amor el que nos conduce a la muerte.”

José A. Pallavicini


París, 1900. Madame Louise (Danielle Darrieux) es una mujer frívola y coqueta que con el objeto de saldar ciertas deudas decide vender unos valiosos pendientes que le había regalado su marido (Charles Boyer). Estas joyas viajarán por media Europa y acabarán en manos del Barón Donati (Vittorio De Sica), un diplomático italiano que vivirá un intenso romance con la protagonista.


Adaptando la novela homónima de Louise de Vilmorin, Max Ophüls dirige magistralmente la que probablemente sea su mayor obra maestra. Si únicamente pudiéramos describir esta película con una palabra, usaríamos "perfecta". Y es que la perfección formal y estética de Madame de... es absolutamente indiscutible.

El film sirve al director alemán para plasmar algunas de sus temáticas recurrentes: el placer como un sentimiento amargo, el amor romántico que deviene trágico, el hastío conyugal, el fenómeno de los celos etc. Pese a ello, no se la puede catalogar como un simple compendio de su obra, pues la filmografía de Ophüls resulta especialmente rica en el aspecto formal y estético.


En una primera escena memorable, rodada a modo de plano secuencia, Ophüls nos presenta a Madame Lousie únicamente a través de un espejo, y después de que hayamos visto como buscaba y rebuscaba algún objeto que pudiera vender. Esta introducción nos permite hacernos la idea de la importancia que las joyas -unos preciosos pendientes- tendrán en toda la trama, pues serán el hilo conductor entre los tres protagonistas.

Otra secuencia que quisiéramos destacar -entre las muchas que lo merecen en esta obra-, es la del enamoramiento progresivo de Louise y Donati, filmado mediante la repetición de una misma situación, un baile. De Sica resulta perfectamente convincente en su papel de galán y ofrece un maravilloso duelo interpretativo con el otro protagonista masculino, Charles Boyer. Ambos se encontrarán en una situación conflictiva y se disputarán el corazón de Madame Louise. Danielle Darrieux está perfecta en su papel, y demuestra el porqué es considerada como una de la actrices europeas de referencia. 


Música, fotografía, interpretes, todos los elementos se conjugan a la perfección y elevan Madame de... a la categoría de clásico universal. Un film de referencia, simplemente indispensable, que hielará el corazón de todo espectador mediante un drama amoroso de la más elevada factura.




martes, 18 de febrero de 2014

El debut de Temples


A principios de este mes, cuatro melenudos de Keterring (Inglaterra) sacaron a la venta su esperado debut llamado Sun Structures, en la discográfica Heavenly Recordings. Su estilo se enmarca dentro del rock psicodélico que parece que está empezando a resurgir en los últimos años en los círculos de música independiente. Temples están fuertemente influenciados por la psicodelia de los años 60 y también por grupos más actuales como Animal Collective y sobretodo Tame Impala, con los que se les ha comparado.


Su portada irremediablemente nos hace pensar en la del grupo “The Who” y su gran disco “Who's Next” pero con un toque más hipster, no sabemos si se trata de una casualidad o una especie de homenaje, pero está claro que algo de parecido tiene.

La primera canción del disco es “Shelter Song”, e inmediatamente nos hace viajar en el tiempo a aquel verano de 1966, en el que otros cuatro melenudos de Liverpool lanzaron “Revolver” y empezaron a jugar con la psicodelia.


Las canciones se mueven en un tono parecido pero con la sensación de que cada canción es única en lo suyo. Sin abusar de los estribillos fáciles, la voz de James Bagshaw se mezcla con los instrumentos con total armonía provocando la sensación de estar flotando y evocando el efecto del LSD. Mención especial requiere Mesmerise, que es en mi opinión, la mejor la canción del disco.



Antes siquiera de que “Sun Structures” viera la luz, dos artistas de talla de Johnny Marr y Noel Gallagher ya se habían declarado seguidores de la banda y les auguraron un futuro brillante.

Todo el álbum fue grabado en casa del guitarrista, pero de todas formas el sonido es muy limpio y los efectos musicales muy bien conseguidos. No es un disco brillante, pues no han inventado nada, pero tampoco podemos decir que es una copia de otros discos de rock psicodélico. Lo que sí creo que es importante es que Temples tendrán un hueco en la escena musical independiente actual y a bien seguro que este primer disco será uno de los mejores de 2014.

A continuación os dejo con el disco al completo.

Aviso: no es necesario escuchar este disco "high" para disfrutarlo.



Y aquí los cuatro melenudos en cuestión:



lunes, 17 de febrero de 2014

Orson Welles inédito




El pasado miércoles 12 de Febrero se proyectó en la Filmoteca de Catalunya un material dirigido por Orson Welles que se creía desaparecido desde que en 1978 el propio director confesara, en una entrevista con Peter Bogdanovich, que la única cinta existente de la película se había quemado en el incendió que tuvo lugar en su residencia de Madrid. 

El film, que data de 1938, fue hallado en un depósito en Pordenone (Venecia-Friuli, al noreste de Italia) por personal del centro de arte Cinemazero en 2004, donde la trasladaron a la Cineteca de Friuli. Tras años de investigación, en 2012 se identificó la película como Too much Johnson, dirigida por Orson Welles tres años antes de su estelar debut en las salas con Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941). 


Un joven Orson Welles dirigiendo 


De la restauración del material se encargó la prestigiosa George Eastman House y su estreno tuvo lugar en La Giornata del Cinema Muto de Pordenone. La de Barcelona fue la cuarta proyección a nivel mundial y por lo tanto podemos afirmar haber asistido a un momento histórico. 

Tras esta breve y necesaria introducción histórica, llega el momento de hablar en mayor profundidad de la obra en sí, de Too much Johnson. 

A día de hoy, Orson Welles es conocido por ser uno de los más geniales cineastas de todos los tiempos, pero antes del estreno de Ciudadano Kane, el de Wisconsin ya era un personaje popular dentro de la cultura Norteamericana gracias a sus labores como director y actor teatral y a sus dramatizaciones radiofónicas. Pues bien, el carácter vanguardista de Welles le llevó a tomar la decisión de introducir fragmentos de una película como prólogo para los distintos actos de su nueva representación teatral, Too much Johnson, de William Gilette. 


Para ello, contó con sus colaboradores habituales en el teatro, entre los que se encuentran Joseph Cotten -a la postre célebre actor e integrante habitual de los repartos de Welles- y la que en ese momento era la esposa del director, Virginia Nicholson. Desgraciadamente, lo que acabó por suceder fue que la grabación cinematográfica se alargó y no se llegó al estreno de la obra, con lo que el material filmado quedó sepultado hasta su reciente descubrimiento. 

Lo que nos ha llegado de Too much Johnson es un material con un montaje en sucio, consistente en tres partes claramente diferenciadas y pensadas para los entreactos a modo de introducción de la historia que se contaría a posteriori. La cinta es completamente muda, y posee un carácter cómico que responde a la historia de enredos en que se basaba la obra, donde un marido encontraba a su mujer con el amante e iniciaba una eterna y disparatada persecución con la única referencia de una fotografía partida en dos, que tan solo permitía la identificación del amante mediante el reconocimiento de su frente. 

En Barcelona, pudimos disfrutar de los comentarios de Esteve Riambau -quien ayudó a la comprensión del material inconcluso-, del acompañamiento musical del maestro Joan Pineda -que adaptó la partitura original de Paul Bowles- y de la proyección, a modo de aperitivo, del primer cortometraje dirigido por Welles, un mero divertimento llamado The hearts of age. 

Llegados a este punto, merece la pena comentar dos aspectos de carácter estrictamente cinematográfico acerca de Too much Johnson. En primer lugar, las influencias claramente identificables en el Orson Welles cómico e inexperto de esta obra, y en un segundo, las imágenes de la misma que anunciaban el talento del director y que de algún modo recuperaría en trabajos posteriores.

En lo que respecta a las influencias, vemos a un Welles conocedor y admirador del cine de los grandes cómicos silentes, en los que se inspira descaradamente para las disparatadas situaciones que deben tener lugar en el filme. Así pues, el slapstick y los filmes de Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd son en ese momento la mayor de las referencias para él. 


Joseph Cotten en Too much Johnson y Harold Lloyd en El hombre mosca 


Como vemos en la imagen superior, Welles toma una inspiración directa de estos cineastas de los años 20 a la hora de construir su cinta para el teatro. El caso de El hombre mosca (Safety Last!, 1923) con la ya mítica escena de Harold Lloyd colgando del reloj de un rascacielos es un buen ejemplo. 

Pero incluso diríamos que resulta de mayor interés ver como, pese a su temprana edad, Welles ya tenía un cierto estilo visual propio y consiguió crear imágenes en Too much Johnson que más tarde reproduciría, a gran escala, en sus grandes trabajos. Veamos algunos ejemplos:


Too much Johnson y Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941) 


Durante la película recientemente recuperada del director Estadounidense se produce una persecución entre un montón de cajas del mercado de Nueva York (a la izquierda). Esta secuencia, filmada desde un plano cenital, evoca irremediablemente la estremecedora escena final de Ciudadano Kane, en que la cámara se aleja de la mansión del protagonista permitiéndonos ver una estampa perfectamente equiparable a la de Too much Johnson, pero de mayor magnitud.


Too much Johnson y El cuarto mandamiento (The Magnificent Ambersons, 1942) 


También merece mención una escena del metraje en que los personajes son introducidos en carruaje. Irremediablemente, esto nos recuerda la escena inicial de El cuarto mandamiento, segundo largometraje de Welles donde también interviene Joseph Cotten.


Too much Johnson y El proceso (Le procès, 1962) 


Particularmente destacable nos parece esta última fotografía, pues ejemplifica el carácter expresionista que siempre tuvo el genial Orson Welles. Aquí podemos ver como treinta años después mantenía sus principios vanguardistas y como desde buen principio estuvo en posesión de su particular estilo, caracterizado por el uso de contrapicados y el expresionismo del que hablábamos. 

En definitiva, la proyección fue todo un acontecimiento del que nos alegramos de haber podido formar parte, un momento histórico que nos viene dado por la posibilidad de conocer los verdaderos inicios de un genio irrepetible.

El próximo año, 2015, se cumplirán cien años del nacimiento del director de Wisconsin, y en la Filmoteca de Catalunya ya anunciaron una programación especial a la altura de la importancia capital que Welles tiene en la historia del cine. Nosotros nos sumamos a ese sentido homenaje y prometemos rendir pleitesía a su figura. Hasta entonces, sigamos disfrutando del legado de Welles, recientemente ampliado. 

domingo, 16 de febrero de 2014

Las diez mejores películas de Alfred Hitchcock






1- Vértigo (De entre los muertos) (Vertigo, 1958)


Obra cumbre de Alfred Hitchcock. Vértigo es un drama psicológico que reflexiona sobre el amor y la sexualidad. Bella en sus formas y densa en su contenido, suele aparecer en las listas de los críticos como una de las mejores películas de la historia.



2- Psicosis (Psycho, 1960)


Obra maestra del cine de terror. Posiblemente el trabajo más conocido de Hitchcock, contiene algunas de sus escenas más aterradoras. Mil y una veces parodiada, su leyenda es tal que aún hoy, más de cincuenta años después de su estreno, se crean series de televisión basadas en algunos de sus personajes.



3- La soga (Rope, 1948)


Infravalorada obra maestra que supone el mayor alarde de técnica de su creador. Con una milimétrica planificación y una prodigiosa puesta en escena, este retrato de la condición humana ejemplificada en una intriga criminal se desarrolla en un único escenario, algo nunca visto hasta ese momento.



4- La ventana indiscreta (Rear Window, 1954)


Historia de suspense en la que Hitchcock juega con el espectador igual que lo hace con los espacios a lo largo del filme. En esta portentosa demostración de talento cinematográfico destaca la increíble capacidad del director inglés para sostener la intriga en dos únicos escenarios.



5- Frenesí (Frenzy, 1972)


En su retorno al Reino Unido, Hitchcock nos legó su cine más personal. Plagada de humor negro, el realizador británico impregnó de toda su sabiduría esta genial y por momentos aterradora obra en la que imprime sus mejores recursos y su indiscutible talento. Una película genial.



6- Los pájaros (Alfred Hitchcock's The Birds, 1963)


Esta revolucionaria película supone una demostración magistral de cual debe ser el uso del sonido en el cine. Aún hoy parece mentira que consiguieran rodar la totalidad de las escenas con pájaros auténticos, para lo cual necesitaron de mucha planificación y paciencia. Imprescindible.



7- Crimen perfecto (Dial M for Murder, 1954)


Retomando uno de sus leit motiv por excelencia, la búsqueda del crimen perfecto, Hitchcock dirigió esta historia utilizando nuevamente un único escenario y apenas tres personajes principales. Una demostración más de planificación y tempo narrativo.



8- La sombra de una duda (Shadow of a Doubt, 1943)


Con un reparto estelar y un elaborado guión, La sombra de una duda es el acercamiento más acertado de su director al cine noir. Además de la clásica historia de suspense, el film supone un estudio de la mente de un psicópata, en este caso interpretado por el gran Joseph Cotten.




9- Extraños en un tren (Strangers on a Train, 1951)


Con un planteamiento más que interesante inspirado en la novela de Patricia Highsmith, Extraños en un tren es un excelente trabajo en el que el protagonista (Farley Granger) se encuentra en una situación extrema de la que no le será sencillo salir. 




10- Encadenados (Notorious, 1946)


Film de espionaje que sirve para representar el cine de Hitchcock en unos tiempos marcados por la II Guerra Mundial. Con la extraordinaria pareja de protagonistas que aparece en cartel y un elenco de secundarios perfectamente escogidos, Encadenados es una buena muestra del suspense Hitchockniano. 

viernes, 14 de febrero de 2014

El cine según Hitchcock



El cine según Hitchcock es el resultado de una larga conversación de algo más de cincuenta horas preparada sobre un cuestionario de quinientas preguntas entre el cineasta inglés y el reputado director y crítico cinematográfico François Truffaut.

A lo largo de esta entrevista -dividida en distintas sesiones debido a su extensa duración-, se estudian las circunstancias que rodearon el nacimiento de cada película, la elaboración de los guiones por parte de Hitchcock y sus distintos colaboradores, los problemas surgidos en los distintos trabajos del realizador y su valoración al respecto de los mismos. 

Los dos cineastas bromeando 

Así pues, mediante la conversación entre los dos protagonistas, realizamos un acercamiento al cine de Alfred Hitchcock, comprendemos mejor su trabajo y sobre todo, conocemos cual es su visión al respecto de éste. Como el propio Truffaut afirmaría: "Este es un libro del que no me considero autor, sino tan sólo iniciador o, mejor aún, provocador".
Antes de cerrar esta recomendación literaria, sentimos la obligación de alabar el trabajo periodístico del maestro francés, pues no siente temor alguno en expresar sus puntos de vista pese a que estos contradigan al entrevistado y además se muestra capaz de sonsacar información a un hombre más bien reservado. 

En definitiva, si lo que quieren es conocer en profundidad tanto el cine de Hitchcock como al propio cineasta, este es su libro. 

Adjuntamos algunas fotografías tomadas durante las reuniones entre Truffaut, Hitchcock y la traductora Helen Scott.