“El amor nos trajo a este mundo, y es el mismo amor el que nos conduce a la muerte.”
José A. Pallavicini
París, 1900. Madame Louise (Danielle Darrieux) es una mujer frívola y coqueta que con el objeto de saldar ciertas deudas decide vender unos valiosos pendientes que le había regalado su marido (Charles Boyer). Estas joyas viajarán por media Europa y acabarán en manos del Barón Donati (Vittorio De Sica), un diplomático italiano que vivirá un intenso romance con la protagonista.
Adaptando la novela homónima de Louise de Vilmorin, Max Ophüls dirige magistralmente la que probablemente sea su mayor obra maestra. Si únicamente pudiéramos describir esta película con una palabra, usaríamos "perfecta". Y es que la perfección formal y estética de Madame de... es absolutamente indiscutible.
El film sirve al director alemán para plasmar algunas de sus temáticas recurrentes: el placer como un sentimiento amargo, el amor romántico que deviene trágico, el hastío conyugal, el fenómeno de los celos etc. Pese a ello, no se la puede catalogar como un simple compendio de su obra, pues la filmografía de Ophüls resulta especialmente rica en el aspecto formal y estético.
En una primera escena memorable, rodada a modo de plano secuencia, Ophüls nos presenta a Madame Lousie únicamente a través de un espejo, y después de que hayamos visto como buscaba y rebuscaba algún objeto que pudiera vender. Esta introducción nos permite hacernos la idea de la importancia que las joyas -unos preciosos pendientes- tendrán en toda la trama, pues serán el hilo conductor entre los tres protagonistas.
Otra secuencia que quisiéramos destacar -entre las muchas que lo merecen en esta obra-, es la del enamoramiento progresivo de Louise y Donati, filmado mediante la repetición de una misma situación, un baile. De Sica resulta perfectamente convincente en su papel de galán y ofrece un maravilloso duelo interpretativo con el otro protagonista masculino, Charles Boyer. Ambos se encontrarán en una situación conflictiva y se disputarán el corazón de Madame Louise. Danielle Darrieux está perfecta en su papel, y demuestra el porqué es considerada como una de la actrices europeas de referencia.
Música, fotografía, interpretes, todos los elementos se conjugan a la perfección y elevan Madame de... a la categoría de clásico universal. Un film de referencia, simplemente indispensable, que hielará el corazón de todo espectador mediante un drama amoroso de la más elevada factura.
0 comentarios:
Publicar un comentario