Una vez más llega a Molins de Rei el festival de cine de terror y con él, su punto fuerte, 12 horas de suspense, acción y miedo concentradas en la proyección de 7 películas de lo más variadas en cuanto a temática de terror. El pequeño teatro de la Peni acoge, como tantos otros años, este acontecimiento que cumple 32 ediciones.
La velada arranca con la última producción de Sonny Laguna y Tommy Wiklusuecos, Wither. En ésta vemos como una joven pareja junto con sus amigos, se disponen a pasar un desenfrenado fin de semana en una cabaña rural, pero en la casa habita una entidad maligna que infecta uno a uno el alma y cuerpo de nuestros protagonistas.
Wither, es un claro homenaje al cine de terror de los 80 y sobre todo a Evil Dead de Sam. Se trata de una película que mezcla acción, horror y gore haciendo sufrir al espectador con cada minuto del largometraje enseñando sangre y tripas de manera constante. El principal punto flaco de la película lo encontramos en unos personajes planos aparte de no constar con un argumento demasiado sólido ni coherente. Estas carencias las han sabido suplir con una escenografía y maquillaje excelente dotando a la película una estética oscura y macabra.
Después de una breve entrega de premios se procedió a la proyección de Savage de Michael S. Ojeda ambientada en el desierto de Arizona donde una joven es brutalmente asesinada por una banda de criminales que se dedican al exterminio de indios americanos. Después de ser enterrada, una serie de sucesos mágicos hacen que la muchacha vuelva a la vida, pero junto a ella vuelve del mundo de los muertos el espíritu de un antiguo jefe Apache que busca, encarnándose en el cuerpo de la joven, venganza contra aquellos que tanto daño le han hecho. El resultado engloba fantasía y acción con escenas trepidantes y efectos especiales que en algún momento llegan a resultar insulsos y poco conseguidos.
Pocos minutos después de la una de la madrugada comenzó la tercera película, VHS 2 de S. Barrett, J. Eisener, G. Evans, E. Sánchez y A. Wingard. En la que dos investigadores privados andan tras la pista de un joven desaparecido. La búsqueda les lleva hasta su casa, donde encontrarán una perturbadora colección de vídeos que les hará plantearse que no se trata de un hecho casual la desaparición del joven.
La estructura del film compuesto por 4 historias independientes más el argumento central consigue tener al espectador cautivado, en tensión a parte de sorprenderlo con algún que otro sobresalto. Por otra parte, a nivel general el hilo argumentativo no es muy consistente y en cuanto a la producción, se trata de un proyecto modesto, esto se refleja tanto en maquillaje como en efectos especiales, donde se nota la optimización de los recursos disponibles.
Como cada año, en el meridiano de la velada, llegó el momento más esperado de la noche, la proyección de la película sorpresa, de la cual solo se sabía que en algún momento había estado censurada. Cuando el interventor dijo que se trataba del trabajo filmográfico de Wes Craven, muchos ya se imaginaron que era el clásico de terror La última casa a la izquierda de 1972 con la cual debutó como director y se ganó un puesto entre los grandes referentes del género.
Mon Ami, procedente de Canadá, es la obra del cineasta Pob Grant. Cabe decir que no se trata de una película de terror, sin embargo, la sangre, la tortura y sobre todo el humor negro están presentes a lo largo de todo el film. El argumento se inicia con dos amigos que deciden raptar a la hija de su jefe para cobrar un rescate millonario, pero a causa de su inexperiencia, todo se acaba torciendo, desencadenando así, en una serie de estrambóticas situaciones.
Esta película de cine independiente consiguió destacar gracias a una buena interpretación de los protagonistas así como un guión original y trabajado con recursos narrativos similares a los utilizados por Guy Ritchie. También se ve reflejado en la banda sonora donde todas las piezas eran de repertorio instrumental clásico que conjunta a la par con el ritmo del film.
Con la llegada de I am a ghost los espectadores disfrutaron de una película de terror totalmente distinta, se trata de un film producido por HP Mendoza en el cual nos muestra un enfoque filosófico e introspectivo de la psique de Sylvia, un espíritu así como su día a día. El uso delicado, detallista, monótono y lento de los recursos narrativos así como las imágenes armónicas y luminosas contrasta con el estereotipo de película al cual está acostumbrado el público habitual del festival.
Para finalizar la noche, se nos ofreció Hatchet 3 de Eric Falardeau, en la que un psicópata de enormes proporciones y de naturaleza inmortal atormenta a los habitantes cercanos al siniestro pantano donde se ambienta el film. Se trata de una película de acción y terror con grandes dosis de gore que no busca profundizar ni en los personajes ni en el argumento, tan solo sorprender a quien busque emociones fuertes.
Con esta última proyección terminó el festival y con la llegada del sol, el pequeño teatro de Molins de Rei nos deja un año más, grandes producciones llenas de acción, miedo y emoción que difícilmente serán indiferentes para el auditorio.
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