A R M O N I A es como Infinitum —Gerard Aparicio (Jhà) y Javier Bilbao (One Path)— han decidido denominar a su último trabajo. Ha sido publicado el 26 de noviembre y es, aunque tardío, una de las propuestas más interesantes que nos está dando este 2014.
A Infinitum ya los conocíamos de Vida En Tránsito (2013), fueron muy aclamados por firmar un disco tan maduro en forma de primera referencia y a su pronta edad, veinte y poquísimos años. Aún apreciando el mérito y valor del susodicho trabajo, no me gustó, no logré disfrutarlo. Es irrelevante que consigan dar con las teclas adecuadas para que me atrape su sonido, soy un par de oídos más, pero siendo egoísta me molestó no ser capaz de compaginar el descubrir su acabado en la forma y el cuidado del concepto con lo musical. El taoísmo, interesante por su cosmovisión laicista y muy próxima al marxismo, y la influencia de la obra del cineasta soviético Andréi Tarkovski que destila Vida en Tránsito son dos pilares fundamentales en la construcción de una línea conceptual que apunta, según mi interpretación del mismo, hacia la trascendencia y no-trascendencia a su vez de la vida, en cierto sentido circular, herencia del tao y la harmonía del camino, y paradógicamente también lineal del fluir del agua tarkovskiana (también utilizada por Borges o Lorca entre otros).
Todo lo que me apasionó de Infinitum hace un año vuelve a presentarse hoy dentro de un concepto sonoro más afín a mi gusto. Hay tres elementos que quiero comentar puesto que me parecen muy relevantes:
En primer lugar, mantener la estructura de las cuatro estaciones que reconocieron seguir en Vida En Tránsito, aunque esta vez de forma más que explícita, me parece un acierto. Tal y como entiendo yo que es la concepción de Jhà y Javi de sus discos; de avance, desarrollo y evolución, no hay mejor estructura que la natural, la de las stagioni; como lo hizo Vivaldi o como queda patente en A R M O N I A, con las 4 esperadas y un quinto corte que va más allá. Una genial combinación de innovación y consolidación.
En segundo lugar, lo mucho, muchísimo, que me gustan las vocales que aporta Carlos Bruñas. En el disco anterior contaban con colaboraciones que más de uno mataríamos por tener en nuestro tracklist, Elsso Rodriguez, Erik Urano y Mox Estrella. No siendo así esta vez, no hay carencia alguna de ellas.
Y por último, el artwork. Retrato de una de las frases del disco, "hundimos las manos en el agua", en el que apreciamos trazos circulares en un boceto verticalmente lineal. Paranoia personal es que el trazo más diagonal de la palma de la mano no sea una arruga de ésta, sino una suerte de segmento sumergido a media altura en el agua, que la mano intenta atrapar. Libertad de interpretación absoluta.
Aquí podéis ver, leer, oír y descargar A R M O N IA:
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