"En las horas de peligro es cuando la patria conoce el quilate de sus hijos"
Cicerón
Narración épica que relata cómo el príncipe Alexander Nevsky defendió con éxito el territorio Ruso del ataque de los Teutones tras una batalla en la superficie helada del lago Peipus. El film, ambientado en el siglo XIII, se basa en sucesos reales de la época.
Tras su periodo laboral en México, Eisenstein recibió el encargo del gobierno Soviético de rodar este film propagandístico que rescata un conflicto pasado con el pueblo Alemán con el objeto de levantar la moral del país de cara a una posible invasión del ejército Nazi.
La película está claramente enfocada a fomentar el odio hacia el enemigo y a alentar la lucha del pueblo contra el invasor, encumbrando todos los valores de la lucha en la legendaria figura de Nevsky.
Criticar este filme argumentando que se posiciona políticamente y hace propaganda fomentando el odio resulta una hipocresía, y delata a aquellos que simplemente pretenden criticar la Unión Soviética. Decimos esto porque todos los Estados involucrados en la segunda guerra mundial produjeron películas propagandísticas, sin excepción, y en cambio estas no suelen ser criticadas por el mismo hecho.
La película narra con gran crueldad la invasión alemana de los pueblos rusos, y con gran épica la formación del ejército de Nevsky y la batalla que los llevará a la victoria. Pese a que Eisenstein no tuvo libertad al escoger el argumento ni a los protagonistas, su talento le permitió rodar una nueva obra maestra.
En toda la cinta no apreciamos más que unos leves travellings en el tramo final. Como de costumbre, sin mover la cámara, el director soviético construye la historia mediante numerosos primeros planos, otros de gran alcance, y un trabajo de montaje insuperable.
Pese a la aparente dificultad que esto puede conllevar -teniendo en cuenta que buena parte de la película narra una batalla en el hielo entre dos numerosos ejércitos- el film tiene un ritmo extraordinario y es técnicamente perfecto.
De la banda sonora se encarga el gran Sergei Prokofiev. Se trata de una cantata que como el propio Eisenstein afirmó: "Convierte el film en una experiencia audiovisual". Esto se demuestra en el hecho de que el cineasta montaba las escenas en función de la música que Prokofiev había preparado, y no al contrario, como suele ser habitual.
El papel principal es interpretado por Nikolai Cherkasov, quien más tarde protagonizaría también el díptico sobre Iván el terrible.
El simbolismo y la fotografía de Eduard Tissé también son elementos destacables en Alexander Nevsky.
Un año después de su estreno, la película fue retirada de los cines debido al pacto de no agresión -Molotov/Ribbentrop- entre la URSS y Alemania. Tras la invasión Nazi, fue rápidamente redistribuido.
El canto coral de la escena final reza: "Quien venga a nuestras tierras por la espada, por la espada yacerá". Y la historia demostró que así sería.
0 comentarios:
Publicar un comentario