lunes, 5 de enero de 2015

Novela: La Peste, de Albert Camus


"Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad."
                                                                                           
Cita del autor

El escritor existencialista francés Albert Camus, después de escribir El Extranjero, Calígula y El Malentendido, regaló al mundo en 1947 esta obra humanista, tratando en ella la consciencia del absurdo y valores tales como la moral y la solidaridad.


En esta novela se plantea una reflexión sobre el modo en que los seres humanos en nuestra cotidianidad podemos llegar a situaciones de monotonía extrema. Aunque a diferencia de otras obras del escritor francés, en ésta reconoce el valor de ciertos seres humanos ante las adversidades.

La peste es usada como alegoría al abismo que supone la devastación violenta de la vida diaria y la mencionada monotonía. Camus intenta mostrar la irracionalidad de la existencia cuando se carece de dios. Un ejemplo del miedo a este abismo puede verse cuando durante la plaga, los cines y los teatros proyectan e interpretan lo mismo todos los días, llenando las salas.


La historia, narrada por un testigo de lo ocurrido durante la plaga, comienza en Orán, una ciudad en la que sus habitantes tienen una vida monótona y costumbrista. La brusca aparición de innumerables ratas de entre el subsuelo para morir en plena ciudad supone el comienzo de una serie de eventos que sumen a Orán en la peste, aunque durante el arranque de la plaga los habitantes no le den demasiada importancia.

La ciudad es aislada del resto de municipios y poco a poco el daño, tanto físico como moral, causado por las muertes y la falta de espíritu se acrecienta hasta llevar la existencia de los habitantes de Orán al absurdo. En esta situación, unos doctores descubrirán el sentido de la solidaridad de su labor.


La única pega que puedes encontrar en éste libro es su ritmo; hay momentos lentos y tediosos, pero se compensa con las múltiples capas de significado y de interpretación de la novela (también se podría argumentar, por ejemplo, que la peste representa la ocupación nazi en Europa)

Como curiosidad final apuntar que la ciudad de Orán realmente ha sufrido varias plagas durante su historia.




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