Rick y Morty es una serie animada para adultos, estrenada en diciembre de 2013 y emitida en Adult Swim. Sus creadores son Dan Harmon y Justin Roiland. Aunque no he sido seguidor de su trabajo previo, es destacable que Harmon creó y produjo previamente la comedia Community. Por su parte, Roiland (que da voz a los 2 protagonistas) ha ganado notoriedad como actor de doblaje en series como Adventure Time o Fish Hooks.
El argumento gira en torno a las andanzas de 2 personajes inspirados en los de Regreso al Futuro (Doc y Marty). Rick, el abuelo de Morty, es una versión algo particular del científico loco; el anciano es un genio, sociópata y alcohólico que arrastra a su nieto en toda clase de aventuras bizarras. Morty, por otra parte, representa a menudo algo así como un pepito grillo adolescente, más inocente y noble. Además, en todos los capítulos suele haber tramas paralelas en las que participan los miembros de su familia. Los padres son Beth y Jerry Smith: una mujer insatisfecha con su vida y un marido inútil y necio. Summer, su hija adolescente, completa esta típica familia de clase media norteamericana.
Hasta aquí, nada del otro mundo si hablamos de animación para adultos. Y es que, supongo, Rick y Morty no sorprende por lo original de su propuesta, sino por su intensidad. Los especiales de Halloween de Los Simpson ya hacían referencias continuas a obras de ciencia ficción, incluyendo un viaje al interior del cuerpo humano. Pero en Los Simpson no se introducían en el cuerpo de un vagabundo alcohólico al borde de la muerte, ni generaban un humor tan negro y gamberro de la situación. La serie parece escrita por el hijo bastardo de Philip J. Fry y Asimov puesto de hierba. Se ha colado entre mis dibujos favoritos gracias historias llenas de violencia, sexo y demás contenido explícito y surrealista. El capitulo que tal vez mejor ejemplifique esto sea ‘Rixty Minutes’. En él, Rick modifica el receptor de la tele por cable para ver emisiones de infinitas líneas temporales. Para muestra un botón:
A pesar de todo, no es el delirio de las tramas o la sci-fi hardcore lo único estimulante en Rick y Morty. La serie hace constantemente críticas muy mordaces a la sociedad americana (o humana, si me apuras). Por ejemplo, en el segundo capítulo, cuando los perros adquieren inteligencia suficiente para liberarse de su servidumbre a las personas. Hasta cambian sus “nombres de esclavo” al estilo de los integrantes de La Nación del Islam. Muchas veces, este desenfadado trasfondo político (o incluso filosófico) me ha recordado al Louie CK más ácido o al personaje Rust Cohle, de True Detective (salvando las distancias). Desde luego hay oportunidades para la reflexión cuando entierras tu propio cadáver o arruinas el planeta por completo.
Creo que los ingredientes presentados son suficientes para tentar al potencial interesado en Rick y Morty. Sin más, podéis disfrutar ahora mismo de los 11 capitulos (de unos 21 minutos) que componen la primera temporada. Se encuentran en VO, aunque TNT ya ha empezado a emitir la versión en castellano. Además, se ha confirmado una segunda temporada, que se espera para este verano.
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