viernes, 16 de mayo de 2014

The Black Keys – Turn Blue


Les costó llegar a lo más alto, y ahora no parecen dispuestos a bajar. The Black Keys acaban de publicar un nuevo álbum que les reafirma como estandartes del rock en todo el mundo.



Turn blue es el octavo disco del dúo que forman Dan Auerbach y Patrick Carney. Un nuevo disco de The Black Keys siempre se parece al anterior pero no deja de innovar con nuevos sonidos y estilos, y este no iba a ser diferente. Después del éxito tremendo que supusieron “Brothers” y “El Camino” con su hit “Lonely Boy”, los dos amigos de Akron tenían más presión que nunca pero ellos, ajenos a todo esto, han realizado un disco sobrio y sin ningún atisbo de haberse dormido en los laureles.


El primer tema del disco es “Weight of Love”, una pausada canción con tintes de soul que nos mete de lleno en una atmósfera de la que no saldremos hasta el final del álbum. La principal diferencia con “El Camino” es que éste era una consecución de hits de rock instantáneo sin tiempo para reposar, un auténtico relámpago. Por su contra, Turn Blue es un disco más redondo, para escuchar de principio a fin pero sin alterar sus ritmos pegadizos, seña característica del grupo.

Turn Blue y Fever son hasta el momento los sencillos del disco y si bien Turn Blue sigue la estela del conjunto del disco, Fever intenta ser el hit al estilo Tighten Up o Lonely Boy y, en mi opinión, rompe la armonía del disco con su estilo discotequero, aunque hay que reconocer que es muy pegadiza.



Una de las novedades del disco respecto a los predecesores es el aire psicodélico que The Black Keys le ha querido dar a varias canciones (ya se intuía por la portada): el ejemplo más claro es “Bullet in The brain”, para mí, una de las mejores canciones del disco.

En otros temas sin embargo se dejan llevar por su lado más poprock y melódico que tan famosos les ha hecho en todo el mundo. “Waiting on Words” sería el ejemplo más claro de ese pop más típico si no fuera por el falseto que nos regala Dan Auerbach y es que, no lo he comentado, pero Auerbach realiza en Turn Blue una de sus mejores actuaciones en cuanto a su voz.


El disco finaliza con “Gotta Get Away”, una canción enérgica, festiva y facilona que provoca ganas de saltar al oír los primeros acordes.


En conclusión, Turn Blue es un buen disco que mejora -y mucho- cuanto más se escucha y que pese a no alcanzar el nivel de sus dos anteriores trabajos, consolida aún más a The Black Keys como grupo rock del momento, lugar que parecía huérfano con la separación de The White Stripes.

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