"... ¿Qué sentido tiene la vida para ellos? ¿Y para mi? ¿qué sentido tiene para mi? ... Pero yo no soy como ellos."
Un burgués (Sergio Corrieri) decide quedarse en la isla de Cuba durante los años de la revolución socialista pese a que toda su familia ha emigrado a Miami. El protagonista no es un reaccionario, simplemente se trata de un individuo perdido en su soledad y lo absurdo de su existencia.
Tomás Gutiérrez Alea fue probablemente el cineasta cubano más destacado del movimiento colectivo conocido como Nuevo Cine Latinoamericano. Este es un cine comprometido con los conflictos sociales del continente, tales como el neocolonialismo, la identidad cultural o en este caso, la revolución, y también con la concepción artística del arte cinematográfico, abocado ineludiblemente al cine de autor.
En Memorias del subdesarrollo, su film más notable, Alea nos presenta el monólogo interior de un burgués que lleva años viviendo de la renta de sus propiedades y que, contrariamente a lo que parecería más razonable desde su óptica, rehúsa emigrar a Estados Unidos con la intención de ver lo que ocurre en su país. Tal y como le afirma a un amigo en un momento de la historia, el protagonista prefiere quedarse en su isla y ver qué ocurre a desplazarse al país vecino, donde su vida será más que previsible.
Durante el tiempo en que le acompañamos, Sergio asiste a varios sucesos de mucho interés. No solo tiene presentes los cambios que se están produciendo a su alrededor, sino que además reflexiona sobre su individualidad y el papel -nulo- que juega él en el proceso revolucionario. También conoce a una joven muchacha con la ambición de ser actriz (Daisy Granados) que le complicará aún más su vida al denunciar a las autoridades que le ha arrebatado la virginidad.
La película se presenta en forma de monólogo interior y destaca por la absoluta libertad creativa de la que disfrutaron sus autores. Así se explican los incontables recursos cinematográficos que llegan a utilizar en apenas hora y media y la naturalidad con la que estos son ejecutados. El brillante guión, inspirado por una novela de Edmundo Desnoes, reflexiona acerca de infinidad de cuestiones, en su mayor parte hechos que guardan relación con la nueva realidad de Cuba. Éste incluye también discursos de Kennedy o Fidel Castro, que vienen perfectamente a cuento, puesto que hacia el final del metraje nos encontramos a las puertas de la famosa crisis de los misiles.
En definitiva, en Memorias del subdesarrollo hallamos un notable ejercicio de estilo que envuelve una historia individual que en ningún momento se aislará de su contexto histórico, el de la revolución cubana.
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