Con aproximadamente 250 obras en su haber, su trabajo influyó en compositores como Franz Liszt, Frédéric Chopin y Robert Schumann, imponiendo el virtuosismo instrumental como elemento expresivo esencial en su música.
Llegó a poseer 5 violines Stradivarius, dos Amati y un Guarnerius, su favorito, el cual llamó "Il Cannone".
A menudo adjetivado como el violinista del diablo, cuenta una leyenda que vieron como Paganini invocó al diablo y le vendió su alma a cambio de poder tocar como un Ángel. A menudo, esta leyenda es confundida y/o mezclada con la historia de la sonata para violin “El Trino del Diablo” de Giuseppe Tartini, de la que hablaremos en un futuro.
Pero realmente, el virtuosismo de Paganini no tuvo nada que ver con el diablo. Se debió especialmente a su oído absoluto, su entonación perfecta y más que nada a la cruel educación musical que recibió de su padre, quien lo forzaba a practicar de forma obsesiva todo el día, privándolo de comida y agua si era necesario.
Una pequeña pero gran pieza para introducir su obra, de la que hablaremos en la próxima entrada:
Hasta el 1809, Paganini fue el músico de la corte real, y a partir de ese año decidió convertirse en un artista libre, ofreciendo conciertos en giras por Italia.
Pero no fue hasta sus 46 años que se convirtió en un artista internacional, conquistando toda Europa y amasando una gran riqueza.
Falleció el 27 de mayo de 1840, pero la iglésia se negó a enterrarlo en tierra santa, así que su ataúd permaneció varios años en un sótano. En 1876 se permitió el funeral y sus restos se encuentran desde entonces en el cementerio de Parma, Italia.
Tumba de Paganini en el cementerio de
Parma, Italia
MENTIRA NO FUE MATEMATICO. DE DONDE SACAS ESO?
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