Boyhood es la última
película de Richard Linklater (director de la trilogía romántica)
y ahora mismo está es boca de medio mundo. Estamos delante de un
singular proyecto grabado a lo largo de 12 años narrando la historia
de un chico llamado Mason y su (inestable) familia. Durante esa
docena de años vemos como Mason va quemando etapas en su vida y
adquiriendo nuevas experiencias mientras los problemas familiares van
haciendo mella en su forma de ser.
Además de Mason (Ellar
Coltrane), también tiene un protagonismo especial su hermana
Samantha, dos años mayor que él. Con Samantha también vemos como
va dejando de ser la divertida e inocente chica que pelea con su
hermano pasando a ser la típica adolescente americana con pájaros
en la cabeza. Samantha está interpretada por Lorelei Linklater, hija
del director de la película. Ethan Hawke y Patricia Arquette son
las dos caras conocidas del reparto y los dos están a gran nivel.
Mención especial para Ethan que parece que con Richard Linklater se
transforma en un gran actor.
Como es habitual en sus
películas, la cámara de Linklater se mueve sin excesivos alardes
dando todo el protagonismo al guión y al carisma de sus actores y en
ninguna película le había dado tan buen resultado. La duración de
la película (cercana a las 3 horas) no se hace en ningún momento
pesada o lenta pues vamos viendo saltos en el tiempo que a veces nos
dicen más que lo que ocurre en la propia película.
Con los dos personajes
principales vemos como van creciendo y adentrándose en el mundo
adulto, pero pese a que la película está centrada en ellos, también
vemos como sus padres evolucionan, reconocen errores pasados y
rehacen sus vidas ante la mirada crítica de sus hijos que se ven
envueltos en el terremoto emocional por el que les llevan.
La grabación de Boyhood
ha sido llevada a cabo durante una semana al año y gracias a esta
peculiar forma de rodar una película vemos como aparecen en los
diálogos grandes acontecimientos de los Estados Unidos en el siglo XXI como la
Guerra de Irak o la elección de Obama como presidente. Pero no sólo
momentos históricos, también vemos como afecta a los jóvenes
tecnologías como los videojuegos del momento, el teléfono móvil o
incluso las sagas de Harry Potter o Crepúsculo. Todo esto hace que
Boyhood sea además una capsula del tiempo en la que jóvenes y
mayores se encuentran identificados, pues la historia de Mason es
también nuestra historia.
El guión está escrito
por el propio director Richard Linklater y, pese a que es posible que
en ocasiones pueda ser algo predecible y con algún tópico, es un
guión con diálogos entretenidos, conmovedores y muy ágiles pese a
la durada del largometraje. También es destacable la banda sonora de
Boyhood, pues tiene un peso muy importante en la película, pero lo
curioso es que Linklater utiliza canciones conocidas en el momento en
el que realiza la grabación, incluso como hilo conductor de la
película y esto provoca que aparezcan canciones de grupos como
Coldplay, Arcade Fire o incluso Soulja Boy.
Boyhood es una película
de la que se seguirá hablando de aquí a una década gracias a su
particular modo de grabación, pero más allá de su interesante propuesta,
es una gran película que ya está en muchas quinielas para la
temporada de premios.
Me ha gustado mucho y como tú mencionas no se hace pesada en ningún momento.
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