miércoles, 9 de abril de 2014

Pamplinas: El personaje



Los grandes cómicos de los inicios del cine solían crear un personaje que les acompañaba en cada una de sus aventuras y que acostumbraban a devenir el alter ego del propio comediante. Buster Keaton no fue una excepción, y una vez se introdujo en el mundo del cine empezó a trabajar en la creación de un personaje con personalidad propia. 

El origen del personaje de Keaton, conocido como "cara de piedra" en Estados Unidos y también como "cara de palo" o "pamplinas" en España, lo encontramos en los primeros cortos de Keaton y "Fatty" Arbuckle. En un primer momento, la definición del personaje era vaga. Poseía el humor físico característico del slapstick y en el cual Buster era inigualable, pero carecía de una personalidad distinta a la de los comediantes comunes. 


Fue tras un gag en el que Keaton recibía todo tipo de improperios a los que respondía con total pasividad que tuvo la idea de crear un hombre de rostro inalterable que luchara contra las adversidades sin apenas expresar una emoción. A partir de ese momento, nació pamplinas, un héroe silencioso que pasó a la historia y que analizaremos en mayor profundidad a continuación.

La primera característica visual que debía tener todo personaje cómico era un atuendo particular y reconocible. Keaton utilizaba siempre un traje con corbata a rayas o uniforme, acompañado de un sombrero característico que solía terminar aplastado. Las circunstancias de los filmes podían llevar a Keaton al uso de otros ropajes -le hemos visto vestido de marinero, prisionero etcétera- pero la regla general era lo más común.


En cuanto a su carácter, pamplinas era un hombre serio, imperturbable e impasible, que jamás nos ofrecía ni una sonrisa ni una lágrima. Enamoradizo como ninguno, era capaz de luchar valientemente contra toda adversidad que surgiera en su camino haciendo uso de su portentosa e insólita imaginación, aunque a menudo ésta le jugara malas pasadas. 

Los riesgos físicos que tomaba Buster nos permiten ver a pamplinas bajo un edificio que se derrumba, sobre un tren descarrilado o corriendo delante de un alud de enormes rocas. Hay que tener en cuenta que debido a estos riesgos Keaton sufrió numerosas lesiones durante su trayectoria, llegando incluso a romperse un hueso del cuello (literalmente).


No importa lo que ocurra, nuestro héroe luchará sin un atisbo de duda hasta conseguir la chica o salir del atolladero en que se haya metido. Está claro que pamplinas no es un personaje tan famoso como el Charlot de Charles Chaplin, pero no cabe duda que está igualmente conseguido que éste último. 

0 comentarios:

Publicar un comentario